La Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) eligió el pasado 23 de mayo al toledano Jesús Santolaya como presidente nacional de esta organización. Es el primer empresario de fuera de Andalucía al frente de la sociedad oleícola y asume el cargo “con gran responsabilidad”. Este ingeniero agrónomo compatibilizará el nuevo puesto con la actividad al frente de la almazara y explotación agrícola familiares y trabajará para seguir defendiendo los intereses de los industriales de aceite en los mercados nacionales e internacionales y luchará contra los fraudes. Cuenta con una larga trayectoria profesional, al haber realizado unos 800 proyectos en almazaras, bodegas, mataderos, fábricas de queso, de embutido y de pienso, extractoras de orujo, secaderos, cámaras frigoríficas, explotaciones Ganaderas, regadíos y envasadoras.
J. Y. / Ciudad Real
PREGUNTA.- Usted ha sido el primer profesional de fuera de Andalucía que ha accedido a la presidencia de Infaoliva, ¿cómo fue el proceso de elección?
RESPUESTA.- Ha sido por generosidad de esta comunidad, que es la que más peso específico tiene en el sector. De una producción de aceite de oliva nacional de 1,1 millones de toneladas, Jaén produce alrededor de 600.000 t y Granada, 300.000 t.. Desde que se creó la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva en 1986 siempre ha estado presidida por empresarios andaluces.
P.- ¿Qué cuota representa la entidad en el sector elaborador de aceite?
R.- El 60% de producción en almazara la copan las cooperativas, y el otro 40% la acaparan los industriales. El movimiento cooperativo es más fuerte por diferentes motivos como en Andalucía y Castilla-La Mancha, donde está la Asociación de Industriales de Aceite de Oliva del Centro de España, Centroliva (también Madrid), que pertenece la Federación y cuenta con 130 almazaras. Representamos al sector en cerca de 40 provincias españolas.
P.- ¿Qué retos tienen la organización?
R.-Los almazareros industriales tenemos que defendernos para obtener mayor fuerza y representatividad frente a organismos y administraciones públicas. No quedan más opciones más que la agrupación, por la gran cantidad de cosas que vienen impuestas por Bruselas o por los operadores de diferentes sectores del mundo de aceite de oliva, como el envasador y el exportador. Hemos encabezado diferentes reivindicaciones, y en la actualidad estamos pidiendo que haya más control en las almazaras contra el fraude para frenar que el aceite de oliva virgen extra español se venda como italiano. También somos interlocutores en la Agencia Nacional del Aceite de Oliva, y tenemos representación en la Interprofesional como productores. Esta entidad se encarga de realizar campañas de promoción. Pertenecemos, igualmente, a la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, que además de su actividad de fomento del aceite también sirve de almacenamiento para regular el mercado, pues hay campañas en las que es necesario retirar existencias para recuperar precios.
P.- ¿Y a nivel asociativo, qué objetivos se ha planteado al frente de Infaoliva?
R.- Integrar a las asociaciones y almazareros no integrados, y dar respuesta al sector. Por ejemplo, los problemas con Italia nos los dan prácticamente resueltos, nos los imponen y nosotros tenemos que dar un paso para anticiparnos y plantearnos cualquier dificultad para ponerle solución. Por ejemplo, en el caso del fraude de los envasadores italianos para hacer creer que el aceite español es propio, nos mostramos en contra porque consideramos que esta práctica es un engaño a los consumidores y un perjuicio a los intereses del aceite de oliva español. El reto es defender el producto y a un sector que genera miles de empleos y se encuentra en un proceso de internacionalización, clave para el desarrollo de las almazaras.
P.- ¿Cómo está yendo la actual campaña oleícola?
R.- La evolución es buena. Hasta mayo, las cifras de venta son espectaculares, en el entorno de 120.000 toneladas, por lo que con un volumen de 1.400.000 toneladas este año, no habrá sobrante. El aceite es un producto que se tiene que consumir para que no haya excedentes, tiene que ser rentable a los productores, y se ha de pagar la aceituna correctamente. Las cifras de producción y rendimiento tienen que ser beneficiosas, por eso tenemos confianza por la evolución del mercado, por las salidas comerciales de aceite, aunque en los meses de agosto y septiembre habrá rebajas en las cotizaciones en origen.
P.- ¿Y cómo valora las estrategias de comercialización del aceite entre los consumidores?
R.- En los mercados hay que aguantar los precios ante la llegada de la siguiente campaña, pero a nivel de consumidor no está bien que el aceite sea el producto gancho, porque nose transmitir de forma clara sus bondades como alimento. No podemos exigir unos niveles cualitativos a los productores y luego que sea súperbarato en el híper, y que llegue a valer, por ejemplo, 2,19 euros el litro para que sirva como anzuelo. Según un estudio del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria y Alimentaria de Andalucía, en el que colabora el Ministerio de Economía y la UE, la escasa información lleva a la percepción de que el aceite de oliva virgen extra es caro y, por tanto, disminuye el consumo de dicha categoría. Desde la federación venimos denunciando las prácticas no regladas y somos antidumping (contra la práctica de vender a precios inferiores al costo). El propio Magrama ha dicho que la adquisición del aceite supone sólo el 3 por ciento del presupuesto de la cesta de la compra, y por eso no entendemos que sirva para arrastrar a otros productos.
P.- ¿Qué opina de la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva?
R.- Creo que el sector extractor y las refinerías aprovecharán las ayudas para favorecer la comercialización, es el gran desconocido. A mí me gusta defender que todos los productos derivados de la oliva tengan su segmento, todos salen del mismo árbol, aunque son diferentes y los vírgenes son superiores a otras grasas vegetales. El aceite de oliva virgen extra no está sometido a procedimientos químicos ni a refinación que pueden alterar su estructura, como el de orujo.