Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la presidenta de ANPE Ciudad Real, Mónica Sánchez de la Nieta, expone algunas de las principales reivindicaciones del sindicato para mejorar las condiciones del profesorado.
Pregunta: ¿Qué importancia tiene para ANPE el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo?
Respuesta: Para ANPE, esta celebración, además de fomentar la cultura de prevención en materia de seguridad y salud laboral en nuestros centros educativos, este año quiere incidir en la prevención, intervención y orientación en todos los temas relacionados con la salud mental, tanto de docentes como de los alumnos. Se están detectando cada vez más casos de estrés y ansiedad en los docentes. Además de un aumento considerable de las conductas autolíticas en niños y adolescentes, frente a las cuales tanto el profesorado como ANPE demandamos más formación y personal cualificado para hacer frente a estas situaciones, como pueden ser psicólogos clínicos.
P: ¿Existen ya esos entornos seguros y saludables en la mayoría de los centros de trabajo educativos de la provincia de Ciudad Real o hay que seguir trabajando y concienciando sobre ello?
R: Hay que seguir trabajando sobre estos entornos y un ejemplo de ello, lo vemos en que no tenemos aún ningún protocolo de inclemencias meteorológicas y no tenemos reconocidas enfermedades laborales derivadas de nuestra profesión, como la ansiedad y la depresión. Además, este año volveremos a comprobar las malas condiciones en las que nuestros opositores realizarán sus ejercicios del proceso selectivo y los tribunales corregirán las pruebas en centros que no están acondicionados para trabajar durante los calurosos meses de verano.
P: Dentro del ámbito educativo, ¿Qué papel desempeñan los profesores a la hora de orientar y educar a sus alumnos sobre este asunto y qué papel juegan los padres y familiares?
R: En los centros educativos todos los docentes trabajan la importancia de la seguridad y la salud de manera transversal durante todas las etapas educativas y siempre adaptado al nivel de alumnado. Por ejemplo, la importancia de la higiene tanto corporal, como postural; la importancia de la alimentación…todo relacionado tanto con el desarrollo físico y psíquico del alumnado como el trabajo que desempeñan los niños y jóvenes en el día a día en los centros educativos que principalmente es adquirir conocimientos y desarrollar competencias. Las familias tienen que complementar esta enseñanza y aprendizaje que realizamos en las aulas, pero no siempre es así. Por ello, debemos concienciar a las familias para conseguir su compromiso y así poder completar y asentar todo el aprendizaje en nuestro alumnado.

P: En la actualidad existe una gran incidencia de comportamientos violentos en los centros educativos, tanto de primaria como de secundaria, llegando a provocar graves daños en la salud mental y física del profesorado. ¿Qué actuaciones habría que llevar a cabo para intentar solventar esta situación?
R: Este en un tema que nos preocupa mucho desde ANPE y frente al cual hemos desarrollado multitud de campañas enfocadas tanto en la prevención como por la intervención. La mayoría de los docentes no tenemos formación específica para resolver y tratar estas complicadas situaciones. Por ello, se necesitan protocolos de actuación reales y realistas, que puedan llevarse a cabo, además de contar con personal especializado como pueden ser psicólogos clínicos y por supuesto, la enfermera escolar, figura tan demandada desde ANPE para mejorar la atención del alumnado con enfermedades crónicas principalmente.
P: ¿Es necesaria una mayor presencia en los centros del servicio de riesgos laborales dependientes de la administración educativa, así como de delegados sindicales para velar por la seguridad y salud en el trabajo?
R: ANPE demanda mayor presencia del servicio de riesgos laborales dependientes de la Administración educativa y de los propios delegados sindicales destinados a prevención. Es necesario seguir trabajando con actuaciones preventivas en centros educativos y las derivadas fuera del mismo, así como detectar aquellas sintomatologías comunes a nuestra profesión que pudieran estar dañando la salud laboral de nuestros docentes. No podemos olvidar las actuaciones relacionadas con las condiciones de seguridad estructural, de seguridad en caso de incendio, y por supuesto, de ahorro de energía que pudiera proceder de los propios centros educativos entre otras.
P: ¿Hay que seguir trabajando en acciones preventivas tanto en los centros educativos como fuera del mismo?
R: Siempre. La prevención es la base para evitar problemas futuros. Luego las acciones preventivas tienen que estar presentes en los centros educativos mediante la programación didáctica de cada una de las materias que se imparten en el currículo.
P: ¿Qué mensaje quieren trasladar desde ANPE con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo?
R: ANPE sigue demandando las medidas sanitarias y laborales necesarias para afrontar el último tramo del curso en los centros educativos con las mayores garantías posibles, así como para todos los procesos pendientes, como oposiciones de maestros, actos públicos de recolocación de los docentes para el próximo curso escolar, comisiones de servicio, etc.
El objetivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo es la prevención de los accidentes laborales y de las enfermedades profesionales. Se trata de generar una cultura de la seguridad y la salud en el trabajo, que puede ayudar a reducir considerablemente el número de accidentes en el trabajo y de bajas por enfermedades laborales. En este sentido, ANPE lleva mucho tiempo demandando que se reconozcan como enfermedades profesionales, aquellas que podrían ser derivadas del ejercicio de su profesión y relacionadas con la salud mental, tales como la ansiedad o la depresión. Por ello, solicita que se tengan en cuenta las posibles consecuencias de la pandemia al respecto para poner en marcha medidas de apoyo psicológico y emocional para docentes, alumnado y familias.
Asimismo, ANPE demanda que no se descuiden las actuaciones preventivas en los centros educativos para que, de cara al inicio del próximo curso, reúnan las condiciones de seguridad estructural, de seguridad en caso de incendio, de seguridad de utilización, de salubridad, de protección frente al ruido y de ahorro de energía, entre otras, y que subsanen todas las deficiencias en las obras de reforma, ampliación y mejora que se acometen en los centros durante el verano.