A falta de unos días para que el Centro de Interpretación del Queso de Herencia “Quhesalia” sea una realidad, se empiezan a conocer los primeros detalles de lo que será el reflejo de la tradición centenaria sobre la elaboración de un producto tan identitario para la localidad.
A través de un proyecto financiado por el Ministerio de Cultura del Gobierno de España, al amparo de las “Ayudas a proyectos de documentación, investigación, transmisión, perpetuación, difusión y promoción del Patrimonio Cultural Inmaterial” el Ayuntamiento, a través de la concejalía de Turismo y Patrimonio ha construido un chozo de pastor vinculado, ejemplo de arquitectura vernácula, entendidos como espacios de habitación para los pastores que pasaban varios días con los rebaños lejos de sus casas y que durante años abundaron en la comarca.
El chozo estará ubicado en el exterior de “Quhesalia” y servirá para que los visitantes puedan contemplar los modos de vida de los pastores de Herencia. El proyecto ha consistido en la construcción y documentación de todo el proceso, con la recogida de testimonios y grabación de escenas relacionadas con las técnicas constructivas, que ha dado lugar a un documental que se proyectará durante la inauguración, prevista para el 6 de julio, y en el que se recogen todos los detalles del proceso de construcción.
Los tres informantes con los que se ha contado para el proyecto, se han dedicado activamente al pastoreo a lo largo de sus vidas. Por un lado, Pedro Corrales López-Albo, quesero y pastor de 94 años, Victoriano Romero Corrales de 82 años, también pastor durante toda su vida, y por último Bernardo Fernández‐Caballero Moreno-Manzanaro “Carpuela” de 75 años, que ha trabajado durante años como pastor además de ser artesano en fibras vegetales, principalmente en enea y esparto. Este último ha sido el encargado de la realización material del chozo, el planteamiento y seguimiento de todos los procesos vinculados a su construcción.
Respeto hacia el patrimonio inmaterial de Herencia
Las prácticas constructivas en relación a los chozos pastoriles encajan perfectamente en la definición de Patrimonio Cultural Inmaterial establecida por la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de París (17 de octubre de 2003) de la UNESCO. Las técnicas, expresiones y conocimientos técnicos —hoy casi perdidos— han sido transmitido por familias dedicadas al pastoreo, grupos e individuos que son parte integrante del patrimonio cultural. También porque este patrimonio se ha transmitido generalmente de generación en generación, aprovechando los escasos recursos naturales. El proyecto persigue el respeto por la legislación
