Juan José Jiménez Piqueras, jefe de la Policía Local de Campo de Criptana, se jubila tras casi treinta años de servicio. Cuando este artículo vea la luz, estará recientemente jubilado. “Juanjo”, como lo conocen sus compañeros, comenzó su andadura profesional como agente de policía local el primero de mayo de 1993, fecha en la que aprobó la oposición libre; en este empleo estuvo durante cinco años, hasta que ascendió, también por oposición a la categoría de oficial -jefe en 1997.
Desde entonces hasta ahora ha prestado sus servicios en dicho municipio. Jefaturas de Policía Local de Castilla-La Mancha organizaron un encuentro en Campo de Criptana el pasado viernes para homenajear “a este gran hombre, a este gran policía con mayúsculas”, explican en un comunicado.
Natural de Villamanrique
Jubilado desde el sábado 17, “Juanjo” es además una gran persona y ha sido un grandísimo profesional, al servicio del pueblo en el que ha prestado sus servicios, Campo de Criptana, aseguran. Es natural de Villamanrique, pero desde que ejerce de agente de policía, se afincó en este municipio de molinos y gigantes, dedicando su trabajo a sus vecinos y vecinas que tanto, nos consta, lo estiman.
Juanjo es además un referente profesional, para todo lo que representa la seguridad pública en Castilla – La Mancha y es una persona muy querida por todos. Profesor muy cualificado de la Escuela de Protección Ciudadana de Castilla-La Mancha.
“Los jefes de Policía Local de la región le hemos mostrado en infinidad de ocasiones nuestro agradecimiento por todo lo que ha aportado a esta bendita, sacrificada y, en ocasiones, incomprendida profesión, como es la de formar parte integrante de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”, dicen.
Marcó el camino a otros cuerpos de policía
Su vasta preparación profesional y la aplicación del sutil sentido común, del que siempre ha hecho gala, ha guiado siempre su carrera profesional. Desde el momento que lo conocimos nos enseñó, con su recta actitud, ejemplo, proceder y altura de miras con la que afrontaba sus decisiones, cuál debía ser el camino.
Profesional donde los haya, integro, trabajador, estratega, serio y formal con sus compromisos. “Juanjo ahora tendrás más tiempo para dedicárselo a tu gran familia, a tu esposa Pilar y a tus hijas Pilar y Ana. Ellas merecen ahora el tiempo que no les has podido ofrecer por la dedicación a tu abnegada profesión. Felicidades también a tu familia de la que también nos honramos en conocer. Seguiremos caminando juntos Juanjo y nos encontraremos muchas veces, como hasta ahora, para hablar de lo vivido y, sobre todo, de lo que nos queda por vivir y compartir, que es mucho”.