Asociaciones culturales del Campo de Montiel, entre ellas Miliarium, la que él mismo fundó en 2010 para proteger el patrimonio de Albaladejo, han reconocido públicamente la figura de Daniel Lillo, un “octogenario de 17 años, que tiene más energía que yo”, dice una de sus colaboradoras en la asociación, Maribel Ballesteros.
Albañil, pastor, agricultor y alguacil municipal, Albaladejo le debe a su curiosidad el descubrimiento en 1973 de la villa romana de Puente la Olmilla y sus espectaculares mosaicos, cuando en Ciudad Real casi nadie reparaba en la importancia de la arqueología y el patrimonio.
Casi cincuenta años después el yacimiento es uno de los más importantes de la provincia, sus mosaicos se exhiben en el Museo de Ciudad Real Convento de la Merced, en parte; además de en el pueblo, mientras el yacimiento avanza para convertirse en un museo que atraiga turismos y prosperidad a esta bella población del Campo de Montiel.

Escritor, investigador e historiador aficionado
A Lillo, que fue homenajeado el sábado en una jornada de fiesta, por ciudadanos de toda la comarca, su pueblo y su familia, se le ha reconocido por mucho más. Escritor aficionado de verso y prosa, además de investigador e historiador, el sábado también se le homenajeó por su aportación a la cultura, las costumbres, las tradiciones, la gastronomía y su historia. En palabras de algunos de los participantes en el homenaje: “Por su constancia, tenacidad, honradez, humildad y sabiduría; y por ser faro y guía de la cultura”.
Colaborador de asociaciones comarcales
De 85 años, Lillo ha colaborado con asociaciones de todo el Campo de Montiel, en las que participa de forma activa, y preside desde 2010 la suya propia, Miliarium, que incluso ha promovido planes de empleo para seguir investigando la villa romana.
El homenaje del fin de semana empezó con una visita guiada al yacimiento con los arqueólogos que dirigen el proyecto, que aprovecharon para hacer una jornada de puertas abiertas a la que asistieron más de un centenar de personas.
Siguió en el castillo de Albaladejo. En los restos de la fortaleza Lillo fue recibido por Pedro I de Castilla y nombrado caballero de la Encomienda, acto que selló la asociación de folclore con la jota de Albaladejo y otros bailes de la comarca.
La comida consistió en calderera, plato típico de la localidad, guisada por los colaboradores más cercanos que han venido cocinando durante años la caldereta de la vaca de las fiestas de Santiago. “Hemos vivido un día histórico en el Campo de Montiel, para recordar”, añaden algunos de los asistentes.
Además de Miliarium en el homenaje participaron la asociación Amigos del Campo de Montiel, de Villahermosa; Encomienda, de Montiel; Fundación Castillo de la Estrella, de Montiel; Asociación de Folclore Cruz de Santiago, de Villanueva de los Infantes; Orden Literaria Francisco de Quevedo, también de Infantes; El Candil, de Torrenueva; la plataforma Campo de Montiel-Origen Histórico del Quijote y por el Centro de Estudios del Campo de Montiel.