El Ministerio para la Transición Ecológica y el Gobierno de Castilla-La Mancha están decididos a culminar en 2022 las transferencias de los parques nacionales de Cabañeros y las Tablas de Daimiel, los únicos de la red nacional que gestiona el Gobierno central. Una anomalía pendiente de corregir desde 2004, cuando el Tribunal Constitucional dictaminó que esta responsabilidad ambiental recayera en las comunidades autónomas.
Lo ha anunciado esta tarde la ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera en su primera visita al parque nacional de Cabañeros, un espacio “enormemente emblemático, rico y valioso”, que ha elogiado por ser “el empeño de unos cuantos por sacarlo adelante” (Cabañeros estuvo a punto de convertirse en un campo de tiro del Ejército).
Las transferencias se harán con la suficiente dotación presupuestaria, según García-Page, por lo que los trabajadores no tienen nada que temer, “en el momento en el haya transferencias todo el mundo saldrá ganando”.
Desbloqueo de las negociaciones en Horcajo
Las negociaciones han empezado este mismo 6 de abril en un encuentro “útil y provechoso” de Ribera y Page en el parque nacional de Cabañeros, previo a una visita al espectacular centro de interpretación de Horcajo de los Montes, muy valorado pero poco visitado, al que la ministra y el presidente regional han dado visibilidad este martes incluso con una placa conmemorativa de la visita.
Ribera y Page, que han derrochado buena sintonía, han hablado de energía, agua, trasvases y de la propuesta de declarar el Alto Tajo parque nacional.
La asunción de las competencias de gestión de estos espacios por parte del Gobierno castellano-manchego supondrá la homogeneización del estatus de todos los parques nacionales, que quedarán así bajo gestión de las comunidades autónomas en las que se ubican, y permitirá una mayor coherencia y consistencia en la gestión de la red.
Los trasvase a las Tablas de Daimiel
Del otro parque nacional de Ciudad Real y Castilla-La Mancha, las Tablas de Daimiel, en uno de sus cíclicos peores momentos, la ministra Ribera ha destacado que sigue siendo un ecosistema enormemente rico que este año cuenta con una superficie encharcada “importante, aunque por debajo de su potencial”.
La ministra no ha descartado que se pueda producir un trasvase este año, “lo están estudiando los servicios técnicos”, pero se ha mostrado más partidaria de lo contrario, de que “el ecosistema siga vivo sin la necesidad de aportaciones extraordinarias permanentes”.
García-Page ha sido más explícito: “No descartamos ninguna solución con tal de que el parque siga siendo lo que es”, si bien admite como Ribera intentar evitar por todos los medios tener que hacer aportaciones externas.
La caza comercial se ha acabado en Cabañeros
Sobre el fin de caza en las fincas privadas del parque nacional de Cabañeros el pasado 5 de diciembre y la elaboración del censo de ungulados en todo el territorio del parque, Ribera ha asegurado que en las negociaciones que se están produciendo se ha identificado “una predisposición importante por parte de algunos de los propietarios”. Y sobre la posibilidad de que se autoricen batidas, ha afirmado que el modo en el que se abordará la caza es diferente, “la caza deportiva queda completamente descartada”, y que cualquier intervención se hará “con tutela profesional y experta”.
El gran valor de Cabañeros y las Tablas
Los dos parques nacionales castellano manchegos destacan por ofrecer un alto grado de servicios. El parque nacional de Tablas de Daimiel es el único representante del ecosistema de tablas fluviales, una formación que se produce por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Gigüela debido a la escasez de pendiente en el terreno. Este entorno posibilita la supervivencia de numerosa avifauna que utiliza estas zonas como área de invernada, mancada y nidificación.
25 años de parque nacional
Cabañeros, que acaba de cumplir 25 años como parque nacional, es una magnífica representación del bosque mediterráneo español asentado sobre un relieve en el que conviven las zonas montañosas con las grandes extensiones de las rañas.
Entre sus principales valores naturales están los bosques y matorrales mediterráneos: encinas, alcornoques, quejigos y melojos, que en las inmediaciones de los cursos de agua son sustituidos por formaciones riparias: sauces, fresnos y alisos. En el parque conviven más de 200 especies de aves, entre las que destacan grandes rapaces como el águila imperial y el buitre negro, y destaca también por la presencia de mamíferos como el ciervo, el jabalí y el corzo.