En Horcajo de los Montes la covid-19 golpeó con fuerza. En el pequeño municipio con menos de 900 habitantes hasta seis decenas de personas presentaron síntomas y llegó un momento en abril en el que el médico del consultorio de la localidad, Francisco Javier Rodríguez, atendía a la vez hasta 37 pacientes con sintomatología. Todo un reto para el pueblo, que afrontó con responsabilidad el complicado panorama y asumieron como ejes claves la solidaridad y la coordinación para solventar la situación.
El 3 de marzo llegó el primer caso al consultorio de Horcajo y recuerda Rodríguez como poco a poco esa semana llegaban poco a poco casos con sintomatología típica: tos, fiebre, auscultación de neumonía bilateral y otros pacientes debutaban con sensación de mareo y diarrea y se descompensaban hasta cuadro infeccioso con neumonía. “El 10 de marzo inicié un registro, porque veía que la situación se nos iba de las manos y ya acumulábamos diez casos: dos confirmados con PCR que estaban ingresados en el Hospital de Ciudad Real y ocho pacientes con clínica típica”.
A partir de ese registro, el facultativo vigilaba los posibles contactos de los afectados ante la posible aparición de síntomas, recomendando el aislamiento para evitar la propagación del virus por el municipio. Y es que en pocos días llegaron a coincidir hasta 37 pacientes con clínica de covid en el municipio.
“Este registro y rastreo se realizó con la finalidad de tener controlados los enfermos y realizar una asistencia lo más adecuada posible ante el número creciente de casos y haber un único equipo sanitario en el pueblo”, detalla Rodríguez. Un difícil escenario en el que el médico del municipio comenzó a forjar una coordinación entre toda la sociedad horcajeña que garantizara el bienestar de los afectados y un cerco a la expansión del virus.
Voluntarios
Por ejemplo destaca el médico la anticipación del Ayuntamiento a muchos otros municipios a la hora de desinfectar las calles, desde el 13 de marzo. En las siguientes acciones impulsadas destacó la colaboración y solidaridad de todo el pueblo, habilitándose una red con más de medio centenar de voluntarios para ayudar a la asistencia de los enfermos. Equipados con el máximo equipamiento de protección disponible, adquirido parte en ferreterías y tiendas de repuestos de coches, y luego gracias al facilitado por la Diputación y donaciones, ayudaban al aseo de los afectados y la limpieza de sus viviendas. Hasta la misma alcaldesa colaboró con la administración de heparina o dar las medicinas a pacientes que necesitaban ayuda, dando ejemplo de voluntariado.
También, por ejemplo, para aquellos que no podían cocinar, se les llevaba a su domicilio comida hecha en la Residencia Tutelada de Alcoba y también por particulares.
Todo el pueblo en la medida de sus posibilidades colaboró sin pensarlo. Las costureras realizaron mascarillas y EPIs con bolsas de plástico y también recibió el municipio una donación de batas de TNT fabricados pos Costureras de un Pueblo de Jaén (Baños de la Encina) y el SESCAM mandó material a través de la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real.
Cartero
Para minimizar el desplazamiento de los posibles contagiados también aportó el cartero del municipio su granito de arena. Si alguna persona del pueblo necesitaba retirar medicación de la farmacia o cualquier otro producto básico, contactaba con el cartero y le facilitaba la tarjeta sanitaria, que hacía la gestión y les llevaba todo lo que necesitaban. En la misma línea actuó el supermercado del pueblo, que les acercaba la compra a domicilio a los pacientes para que no tuvieran que salir de sus domicilios.
En este sentido la Guardia Civil también visitaba los domicilios de los enfermos para explicarles la importancia de que no salieran de sus domicilios y respetaran la cuarentena y el estado de aislamiento.
Precaución y seguridad
Estas semanas han sido de intenso trabajo para el médico de Horcajo, Francisco Javier Rodríguez, que ha extremado en todo momento las medidas de precaución, manteniendo un constante contacto telefónico con los pacientes y realizando todas las asistencias domiciliarias de urgencia que fueran necesarias. Sin horario.
En esta línea de precaución, “hasta nosotros mismos hemos realizado la incineración de los residuos resultantes de atender a los pacientes (así por ejemplo, disponíamos de un cubo de 50 cm de altura para depositar el material sobrante y los residuos de pacientes covid-19, el contenedor con tan solo la atención de dos pacientes estaba lleno y había que solicitar que el servicio prestado de recogida del SESCAM viniese hasta el pueblo a recogerlo, esto nos bloquearía todas las motivo por el que solicité un bidón que fue colocado en un lateral del consultorio y todos los residuos generados eran incinerados a diario”.
“Hemos mantenido un contacto estrecho con las autoridades del pueblo y voluntarios, sin ellos esto no hubiese sido posible”, subraya el médico, que detalla que a 28 de mayo sólo hay tres casos confirmados en Horcajo y cuatro sospechosos a la espera de resultados “y que espero que no se confirmen porque no cumplen estrictamente los síntomas que hemos estado viendo”.
Estudio del virus en superficies
El último ejemplo de la importancia de la colaboración y coordinación en estas situaciones ha sido el estudio que ha emprendido por el catedrático de la UCLM Christian Gortázar, del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos que ha tomado muestras de superficies de todo el municipio, desde espacios públicos hasta domicilios particulares para detectar la presencia del virus y puntos críticos de transmisión. Un estudio del que pronto se darán detalles y que servirá para conocer más el comportamiento de la covid-19 y permitirá deducir cómo ha sido su propagación por Horcajo de los Montes.
