El amor a la fotografía de naturaleza, a la divulgación científica y a la biodiversidad de su pueblo, Horcajo de los Montes, el municipio más poblado del parque nacional de Cabañeros, ha llevado a un grupo amigos a investigar sobre los anfibios que pueblan la espectacular laguna de la Raña, un humedal estacional incluido en la Red Natura 2000 que este año celebra su vigésimo aniversario como espacio natural protegido.
El trabajo de campo lo hicieron en primavera, en pleno esplendor de la laguna, considerada Zona de Especial Observación (ZEO), y ha dado pie a un estudio que ha localizado hasta nueve especies de anfibios (anuros y urodelos), entre ellos la ranita meridional, hallada por primera vez en esta laguna; además de a una exposición fotográfica (los tres promotores de la investigación son fotógrafos de naturaleza) y a un artículo publicado en el programa de las fiestas patronales de San Juan (junio), que coordina Francisco Bermejo.
Tanto el trabajo de campo como el artículo está supervisado por la Asociación Herpetológica Española (AHE) representada por el herpetólogo Pedro Luis Hernández, que ha hecho seguimiento de anfibios y reptiles en el parque nacional Cabañeros y es miembro de la AHE, la máxima autoridad científica en la materia en España.
“Es fácil querer a un lince o a un oso pardo”
“Es fácil querer a un lince ibérico, a un oso pardo, o admirar lo imponente que es un águila imperial, pero quedan especies olvidadas a las que alguien le tiene que dedicar tiempo”, así surgió el interés de este biólogo toledano por la investigación de anfibios y reptiles. “Al final te apasiona su estudio, lo poco que se sabe, etc; consigues que te enamoren y no compartas esa percepción de animales feos o que producen asco, sino lo contrario”, cuenta Hernández. El trabajo en la Raña le ha dado para publicar su propio artículo sobre los anfibios de la laguna.
Hernández, que conocía de pasada la laguna de Horcajo de los Montes, de sus visitas a Cabañeros, comprobó que se había perdido “una gran laguna” cuando Francisco Bermejo, el fotógrafo de naturaleza Gerardo García Martín (Retuerta del Bullaque) y el agente medioambiental Jorge García Díaz contactaron con él para proponerle “algo tan insólito para un científico”, rememora, como participar en un artículo para el programa de fiestas de un pueblo. De hecho, es la primera vez que sucede en la Asociación Herpetológica Española y, tras la sorpresa inicial, está encantado por el extraordinario trabajo de los voluntarios y la oportunidad de visibilizar a estas especies, “los grandes olvidados”, insiste, del reino animal.
Su principal aportación a la investigación ha consistido en detectar a una rana que no estaba documentada en la zona, la ranita meridional, una especie muy llamativa, que distinguió al escuchar a tres o cuatro machos cantando en un muestreo nocturno que hicieron el 2 de mayo. Tanto la ranita meridional como la de San Antonio, también localizada en la laguna la Raña, son las dos únicas especies de ranitas tropicales que existen en Europa.
La importancia de anfibios y reptiles para la biodiversidad
A Hernández le entusiasmó la iniciativa de los vecinos de Horcajo por reparar hasta dedicarle horas de investigación en los anfibios. Dice de estos bichitos acuáticos que cumplen una función esencial en el equilibrio ecológico, “sobre todo en las cadenas alimenticias, tienen función de descomponedores, consumidores primarios de las algas que crecen en los medios acuáticos; son presas y depredadores de otras especies, y también controladores de posibles plagas”.
Desarrollo de fármacos a partir de anfibios
Sus características los hacen muy importantes para el desarrollo de fármacos para tratar enfermedades, en el caso de los anfibios estos medicamentos se desarrollan a partir de secreciones de la piel, y en los reptiles a partir de los venenos, como el de las serpientes.
“Anfibios y reptiles se han utilizado tanto en la medicina moderna como en la tradicional. Muchos de estos fármacos aún están sin estudiar o descubrir y hay muchas especies no estudiadas que son posible fuente de fármacos que se desarrollen en un futuro”. El biólogo enumera desde analgésicos hasta compuestos para la acidez de estómago, tratamientos contra el sida, la tuberculosis, Alzheimer o Parkinson, “el número es bastante elevado”.
Destaca su importancia, “aunque nos suene un poco extraño”, apostilla, para la dieta humana, “hasta no hace mucho en muchos sitios de España comían galápagos, lagartos ocelados o culebras. No es algo tan lejano”.
El valor cultural de anfibios y reptiles
Los anfibios tienen un valor cultural, tanto en sentido estético como religioso. “En muchas culturas los anfibios y los reptiles son símbolos de fertilidad, de abundancia, de magia, de peligro, y en la actualidad nos siguen fascinando a muchos de nosotros”, remarca.
La mejor especie para introducir a los niños en la naturaleza
El miembro de la Asociación Herpetológica Española recomienda utilizarlos para introducir a los niños en la naturaleza. “Los anfibios están como muy a mano y son grandes indicadores de la calidad ambiental, si vemos que las poblaciones en una zona están mal puede ser un bioindicador de que hay algo que no funciona. Son los primeros en detectar o evidenciar peligros sobre el ecosistema”.
La ranita de san Antonio y seis anuros más en la laguna
La investigación de la Raña supervisada por la Asociación Herpetológica Española ha descubierto la presencia de ocho especies de anfibios en este humedal y dos urodelos, el gallipato (endemismo íbero-magrebí) y el tritón pigmeo (endemismo de la Península Ibérica). Además de siete anuros, sapo de espuelas, sapillo moteado común, sapo corredor, sapo espinoso, ranita de San Antonio, ranita meridional y rana común. Todas estas especies, excepto la rana común, están dentro del Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha y se pueden admirar en este paraíso natural en el que también viven aves autóctonas y migratorias, mamíferos y plantas acuáticas y terrestres de interés.
Los vertebrados más amenazados
La presencia de esas especies en peligro en este remoto humedal del norte de la provincia de Ciudad Real es una maravilla para la conservación de los anfibios, según destaca el científico, que alerta de su alarmante declive mundial.
“Los anfibios son los vertebrados más amenazados del planeta, según estudios de 2023 casi el 41% de las especies están en riesgo de desaparecer, los siguientes serían los mamíferos con el 27%, los reptiles con un 21% y las aves con un 13%. Hay otro grupo de vertebrados, el de los tiburones evaluado por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) que llega al 36%, aun así, inferior al porcentaje de los anfibios”, asegura Hernández.
“Si no conseguimos cambiar la tendencia podrían desaparecer más de un tercio de las especies que están en peligro grave o en peligro crítico”, remarca el investigador que no ve fácil la solución. La desaparición de charcas y humedales por el cambio climático es una gran amenaza, “nosotros somos los principales actores que cambiamos las condiciones”.
La extinción de anfibios y reptiles provocaría una alteración grave del equilibrio de los ecosistemas, “por su función como presas y depredadores de otras especies”. Las interrelaciones entre especies animales o vegetales son muy sorprendentes, “la desaparición o incremento de una especie puede afectar a otra sin que tengan relación”, afirma el experto, “por no hablar de los posibles nuevos fármacos para enfermedades actuales o venideras”.
Los ciervos, una amenaza para el lagarto verdinegro en Cabañeros
El también coautor de libros como ‘Anfibios y reptiles de Toledo’ e investigador de estas especies en el parque nacional de Cabañeros (ahora dentro de un programa de voluntariado anual) llama la atención sobre cómo las densidades altas de ciervo están afectando al lagarto verdinegro, la más singular de las veinte especies de lagartos de Cabañeros. “Se acercan mucho a los arroyos y se comen la mayoría de la vegetación, hábitat de este lagarto”, dice, que sin esa capa protectora queda más expuesto.
“Esta especie de lagarto, al ser la más meridional, está muy afectadas por el cambio climático”. Hernández admite que por su grado de amenaza, su presencia física muy llamativa (los machos tienen la cabeza azul durante el celo) y por la distribución en forma de isla en Montes de Toledo, es su reptil favorito.
De las doce especies de anfibios del territorio del parque nacional de Cabañeros destaca la presencia de la salamandra común, con mucha variedad en la Península y muchas subespecies (no confundir con las salamanquesas, un pequeño reptil que se suele ver en zonas de luz). Las salamandras son anfibios nocturnos y de noches lluviosas. “A mí me atraen porque son muy variadas en cuando a su tipo de reproducción, ponen larvas en medios acuáticos, en ocasiones en zonas húmedas que no tiene mucha agua e incluso hay poblaciones vivíperas, paren en la tierra o la hojarasca, con ejemplares juveniles muy desarrollados que no necesitan pasar por el agua”.
La Asociación de Herpetología Española que ha supervisado el artículo sobre los anfibios de la laguna la Raña, considerado por su concepción, calidad de imágenes y contenido, de los mejores artículos no científicos publicados en España, es una asociación sin ánimo de lucro fundada hace cuarenta años que surgió como nexo de colaboración entre los herpetólogos, personas como Pedro Luis Hernández interesadas en conservar y estudiar los anfibios y reptiles, y engloba tanto a herpetólogos nacionales como internacionales.
“Sobre todo coordinamos el estudio de la herpetofauna, así como su conservación tanto de las especies como del entorno en el que viven”, subraya Hernández.
En su afán de divulgación la AHE edita varios tipos de publicaciones periódicas que están relacionadas con la herpetología y desarrolla proyectos de mejora de esta rama científica.
Voluntariado en herpetología en Cabañeros
Se ocupan de la distribución de especies en el territorio, mejora y creación de medios acuáticos orientados a la reproducción de los anfibios y voluntariado en parques nacionales. Los cursos y charlas sobre biología de herpetos es otra faceta de la asociación, además de hacer seguimiento de anfibios y reptiles a nivel nacional, en colaboración el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) en el programa SARE para estudiar las tendencias de las poblaciones.
Atropellos de reptiles
La Asociación de Herpetología, que desde esta investigación sobre la laguna de Horcajo ha estrechado su colaboración con la localidad en materia medioambiental, está en un plan de seguimiento de los atropellos de fauna también con el Miteco, el SAFE (Stop Atropellos de Fauna en España), que valora el impacto de la muertes en carretera de los vertebrados, con las serpientes como los anfibios y reptiles más afectados.
El programa de seguimiento de anfibios y reptiles en Cabañeros se hace ahora con voluntariado ambiental del Organismo Autónomo Parques Nacionales (la convocatoria la anuncia la AHE en torno al mes de febrero). “Elegimos una serie de estaciones de muestreo, lugares concretos, en los que censamos las especies y anotamos los cambios para saber sobre la tendencia de las poblaciones que viven en esas localidades; comprobamos si crecen, se mantienen o están en declive”.
“La asociación siempre está abierta a actividades de divulgación” y con la fluida relación que han establecido con Francisco Bermejo y y Horcajo de los Montes, el año que viene harán alguna actividad.
De noviembre a mayo, la mejor época para ver la laguna
El artículo coordinado por Bermejo Fernández que aparece en el programa de las fiestas de San Juan de este año explica que la Laguna de Horcajo, conocida como ‘laguna de la Raña’, es un humedal de agua estacional que junto con la laguna Grande de Alcoba forma una Zona de Especial Conservación. La presencia de esta laguna junto a otros más pequeñas que se llaman laguna de los Mares, laguna Enjambradero y laguna de Valfuerte, estas últimas en el término de Helechosa de los Montes (Badajoz), dan nombre al paraje como Raña de las Lagunas.
La laguna tiene una capacidad de llenado máxima de nueve hectáreas y su carácter estacional hace que la vegetación acuática florezca en un periodo corto de tiempo. La mejor época para visitarla es a partir del mes de noviembre y hasta abril o mayo. Esta última primavera con las lluvias de marzo hubo una espectacular eclosión de vida de la que da muestra la investigación y el trabajo fotográfico de los naturalistas de Horcajo.
Cómo llegar a la Laguna de la Raña en Horcajo de los Montes
La laguna de la Raña se ubica en el extremo noroeste del término municipal de Horcajo de los Montes, en el límite geográfico entre la provincia de Ciudad Real y la de Badajoz (perteneciente ya a Extremadura), circunscrita en la comarca natural de los Montes de Toledo. Es un humedal localizado sobre una finca rústica de titularidad pública, identificada como polígono 302, parcela 9008, con ref. catastral nº. 13049A302090080000BO, en el paraje de la Raña de las Lagunas.
Cuenta con una extensión de 9.63 has. y de forma casi ovalada o elíptica, de una longitud aproximada de 530 metros y una anchura máxima de unos 233 metros y una profundidad que puede superar los cincuenta centímetros en los años más lluviosos, como en este año 2024
