El apoyo mayoritario de los británicos a la salida del Reino Unido de la Unión Europea tendrá una particular repercusión en un amplio grupo de jóvenes de diferentes partes del mundo que buscaron y encontraron una oportunidad laboral en este país. Incertidumbre e incredulidad son las sensaciones que miles de personas sintieron el día posterior a la aprobación del Brexit, especialmente muchos españoles que viajaron a Londres huyendo de la crisis o para mejorar sus perspectivas profesionales. Es el caso del abogado ciudarrealeño Manuel Gómez Carrión, de 35 años, miembro de un despacho internacional ubicado en el núcleo financiero de la capital londinense, más conocido como La City. En declaraciones a Lanza durante el descanso para comer, mostró la “incredulidad” propia y de otros europeos y la “incertidumbre” ante su futuro laboral. Con todo, Gómez apela a la tranquilidad ante la espera tensa de unas negociaciones que darán un margen de dos años para cerrar el proceso de la desconexión.
J. Y.
Ciudad Real
El abogado ciudarrealeño, de 35 años, que hace casi cuatro años llegó a Londres para estudiar un máster y “me quedé”, aseguró que el análisis del actual escenario político en la Unión Europea de los 28 “es más complejo”.
Tras las “malas” sensaciones que sintió nada más conocer los resultados del referéndum de este 23 de junio, mostró su enfado y escepticismo ante una noticia que no se acaba de creer, al igual que hicieron decenas de españoles en una cuenta de facebook que comparten 40.000 compatriotas y que es el referente diario de su estancia en una de las capitales más cosmopolitas del mundo. “Ahí la gente muestra su nerviosismo y dicen que se habían quedado en estado de shock”.
Gómez comparte estas reacciones, por tratarse “del futuro de las personas”, pero pide “mantener la calma”, tal y como la Embajada de España en Reino Unido trasmitió en un comunicado, en el que aseguraba que la salida de Inglaterra no iba a suponer “cambio alguno para la situación legal de los ciudadanos españoles y de las compañías de nuestro país en el Reino Unido, durante un periodo de hasta dos años que puede ser prorrogado”.
Gómez se hizo eco del mensaje de tranquilidad de esta institución para “todos los ciudadanos españoles que trabajan, residen o visitan el Reino Unido o que mantienen relaciones personales o profesionales con este país”.
“Pasarán unos meses hasta que se produzca la dimisión de Cameron (primer ministro inglés) y se desarrolle el procedimiento de salida, y el nuevo estatus y la relación con Europa”, sostuvo.
“Que no cunda el pánico”, advirtió este fernanduco, que opina que “seguirá la libre circulación de personas”.
Pero la inseguridad ya estaba instalada entre los emigrantes ya instalados en el mercado laboral inglés, según Gómez, pues según se acercaba la fecha de consulta “cada vez había más ansiedad y un sentimiento general de preocupación”, además de “un regusto amargo” en el devenir del debate entre las dos posiciones, a favor y en contra del Brexit. “Lo más agradable era cuando hablaban de dinero”, porque el resto de argumentos “tenían tintes xenófobos y ha sido muy feo”.
Para el abogado ciudarrealeño, el uso del concepto inmigrante “como chivos expiatorios” entre europeos “no es correcto” porque son “ciudadanos de la Unión Europea, hay libre circulación, tiene una connotación negativa y xenófoba”.
Este portavoz también explicó que la decepción ha sido mayor por la línea proeuropeísta que se percibió como mayoritaria los días antes de la votación. Aunque, a su juicio, también han incidido las variables generacionales y territoriales.
Así, recordó que días antes del 23-J celebraron un simulacro de referéndum en el despacho donde trabaja, precedido por un debate interno de portavoces representando los dos enfoques, con cerca de un 80% a favor de la permanencia.
Precisamente, en esta discusión, indicó Gómez, se pusieron de manifiesto algunas consecuencias económicas negativas que iba a traer la separación para los fondos de inversión y los mercados financieros, temores que el periódico ‘The Economist’ ya había advertido en los últimos años, según Gómez.
Gómez analizó, en este contexto, la “ruptura generacional” que ha traído la consulta, dado que “los más jóvenes han optado por quedarse, y los más mayores, por salir”, al igual que ha habido diferencias entre los ciudadanos de Escocia e IRlanda del Norte (para quedarse) y los de Inglaterra y Gales (para salir)
Día triste
Por ello, para profesionales como este portavoz “que creemos en el internacionalismo”, este viernes fue “un día histórico, pero triste, tanto para el Reino Unido, como para Europa” porque implica “un paso atrás, hacia el cerramiento de las fronteras”.
La consulta promovida por Cameron, para terminar, “ha desestabilizado equilibrios” y a nivel personal “ha alterado las emociones entre la gente, teniendo en cuenta lo flemática que es la población inglesa”.