C.M.
Ciudad Real
Bajo un silencio roto por el tañido de las campanas del muñidor (figura vestida con el atuendo de Miguel Cervantes, que muy pocas ciudades conservan y que es similar al de la Sagrada Mortaja de Sevilla) y el martilleo del capataz del paso, por la puerta del Convento de las Carmelitas apareció Nuestro Señor Jesús de las Penas, llevado por 35 costaleros, preparados para iniciar su camino hacia la redención bajo el cobijo de los hermanos de la Penitencial Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Humillación y los miles de ciudarrealeños que presenciaron la sobriedad de esta procesión por las calles de la capital.
Entre los estrenos de este año, se encontraba el ropón y la pértiga del pertiguero del cuerpo de acólitos de la hermandad que acompañan a la imagen del Señor de las Penas realizada por Victor González en los años 40 y terminada por Faustino Sanz en el año 92.
A través de su recorrido por las calles de la capital, los nazarenos de la hermandad con su túnica de paño rojo y su capillo negro, hacen estación de penitencia en las iglesias y conventos que hay repartidos por la ciudad, donde en cada una de ellas se realizó una meditación del Sermón de las Siete Palabras.