Los responsables de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, como todo el Gobierno regional, sienten que el próximo 29 de marzo, cuando se accione el botón que pondrá en marcha el mecanismo de la Tubería de la Llanura Manchega, Castilla-La Mancha empieza a contar en política de agua.
Son 12 hm³ al año para abastecimiento humano del trasvase Tajo-Segura (de la reserva de 50 hm³ para abastecimiento) los que se detraerán ahora para el ramal nororiental, el primero que se pone en marcha, “una cantidad muy pequeña”, remarca José Juan Fernández, director general de Desarrollo Rural, ante un momento que, como en la conquista del espacio, supone un gran paso para una comunidad que lleva cuarenta años cediendo agua a otras, pese a sus propios problemas de desabastecimiento y el delicado equilibrio del Tajo.

«El tiempo ha demostrado que fue un acierto»
“El tiempo ha demostrado que fue un acierto cuando se planteó la tubería y se impulsó, con Cristina Narbona como ministra de Medio Ambiente y José María Barreda en el Gobierno regional”, cuenta Fernández, “fue una idea con una visión de futuro importante, como se ha demostrado en el Campo de Calatrava, un ramal que no estaba previsto inicialmente pero que se está desarrollando por la necesidad de agua antes que otros”.
En este siglo XXI de sequías más prolongadas y cambio climático pueblos que antes dependían de aguas superficiales, como los doce del Campo de Calatrava, entre ellos Bolaños y Almagro, han tenido que ingeniárselas con pozos de emergencia desde el verano de 2020 para abastecerse, por la sequía del embalse de la Vega del Jabalón.

Un convenio negociado
También ha influido en el desarrollo final del primer ramal las condiciones del convenio con la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, encargada de la gestión en alta del agua de la conducción. “El cambio sustancial para esta vez hayan firmado alcaldes de todo signo político y antes no, ha sido el paso de querer imponer un convenio a negociarlo”. Otro aspecto importante es «que a Castilla-La Mancha se la empieza a tener en cuenta cuando se habla de agua, otro logro de esta nueva planificación hidrológica”, en opinión del director de Desarrollo Rural.
El coste de la conducción de agua desde el canal del trasvase, en Carrascosa del Campo (Cuenca) hasta Saelices, donde está el embalse del que parten los ramales (de momento solo el oriental), y la canalización hasta cada uno de los quince pueblos que reciben agua a partir de esta primavera, la asumió el Gobierno central, unos 350 millones. La Junta se ha encargado de la potabilizadora en la cabecera de la tubería.
Que desde marzo pueblos con tantos problemas de abastecimiento como Las Pedroñeras y hasta Villarrobledo, dejen de utilizar el agua subterránea cada vez más escasa y de poca calidad de los sondeos municipales, supone un gran respiro para todos, incluidas las sobreexplotadas masas de agua subterráneas, “y que el agua se incorpora al ciclo de las depuradoras”.
No hay peligro de que falte el agua en el Tajo
¿Qué le puede ocurrir a los embalses de cabecera, Entrepeñas y Buendía?, Fernández entiende que no hay peligro de que falte el agua en el Tajo, aunque haya que ajustar los usos. “Para consumo humano no habrá problema”, sostiene, y en casos excepcionales siempre está la vuelta a los pozos, a los que muchos ayuntamientos recurrirán para llenar piscinas municipales, regar jardines, y usos de ese tipo.

160 kilómetros de ramal principal
La ‘conducción de agua desde el acueducto Tajo-Segura para incorporar recursos a la Llanura Manchega’, como se llama el proyecto inicial del Ministerio de Medio Ambiente entonces cuenta con un ramal general de unos 160 kilómetros que parte desde Carrascosa del Campo (Cuenca), al pie del acueducto, hasta Fernán Caballero, en Ciudad Real, cerca del embalse de Gasset por si en el futuro fuera necesario conectarse.
De la tubería central parten los ramales, de momento el oriental es el construido y en uso. También está el ramal central y el sudoccidental, a este último se podrían enganchar en un futuro de necesidad y sequía poblaciones tan alejadas de Carrascosa del Campo como Almodóvar del Campo, Arenas, Argamasilla de Calatrava, Daimiel, Fernán Caballero, Fuente el Fresno, Las Labores, Malagón y Puerto Lápice.
El ramal del Campo de Calatrava será el siguiente
El ramal del Campo de Calatrava, parte de esta zona central, cerca de Villarrubia de los Ojos. El proyecto ya está redactado, la idea es que se ejecute la obra el año que viene. Abastecerá a Almagro, Bolaños, Ballesteros, Calzada, Cañada, Caracuel, Corral, Granátula, Moral, Pozuelo, Valenzuela y Villar de Pozo.
“La obra con todas las canalizaciones implica poder aportar agua en el futuro hasta a un 20% de la población de Castilla-La Mancha, unos 450.000 habitantes”, explica Fernández.
El tercer ramal, el sudoccidental, está planeado para conducir agua en caso de que sea necesario hasta territorios tan lejanos como Santa Cruz de Mudela desde Alcázar, Campo Criptana, Manzanares, Herencia, Argamasilla de Alba, Castellar de Santiago, Membrilla, Santa Cruz de Mudela, La Solana, Tomelloso, Torrenueva y Llanos, muchos de ellos se abastecen ahora de agua embalsada.