El Presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, ha visitado la exposición «El cuerpo ausente» que el equipo de investigación de Mapas de Memoria en la provincia de Ciudad Real llevan realizando durante trece años y que ha llevado a realizar esta muestra en la que los documentos originales resultan interesantes formando parte de la misma para contar esta parte de la historia, la de los represaliados franquistas.
Caballero valoraba enormemente «la recopilación realizada de datos, contrastar información y aportar veracidad a un momento de la historia que tiene que ver con nuestro sentimientos y con un momento complicado de la historia de España». Un trabajo realizado fundamentalmente en la provincia de Ciudad Real y como referencia de carácter nacional da todavía más importancia a este estudio y a esta exposición que ahora se puede visitar en el Museo Cristina García Rodero.
Se trata de «un legado que no estará solo en esta exposición al público en Puertollano sino que podrá girar por otros pueblos y lugares y, además, servirá de referencia para que en otras partes de España se puedan realizar investigaciones e informaciones de este tipo, que tiene un sentido de reivindicación de la memoria de los que fueron represaliados y de manera especial de quienes son sus huérfanos, sus viudas y sus familiares, porque la represión fue directa y de manera personal a un grupo de personas que por su ideología eran contrarias al ejército franquista y eran las que defendían la democracia y los valores constitucionales de ese momento».

Además, Caballero subrayaba que los familiares de estos represaliados también lo estuvieron en un segundo nivel porque fueron apartados de la esfera social, excluidos y marginados, que les quitaron propiedades y ocuparon espacios de descrédito que en ningún caso merecían, por lo que esta exposición es de reivindicación de una memoria y de reconocimiento de las personas que sufrieron la represión.
Sentido pedagógico y educativo
José Manuel Caballero argumentó que esta muestra también tiene un sentido «pedagógico, educativo, de divulgación y conocimiento para que conociendo mejor nuestra historia no la volvamos a repetir nunca más». Precisamente hasta esta exposición han llegado varios grupos de jóvenes estudiantes de los institutos de la ciudad de Puertollano para conocer, de la mano de los propios investigadores, la memoria histórica y esta parte de la historia de España, y es que «convierte a la provincia de Ciudad Real en ese lugar de nuestro país en donde mejor se ha investigado, se ha estudiado y se ha tratado todo lo que tiene que ver con nuestra memoria democrática y con la represión franquista».

Esta parte de la historia nunca se estudiaba en los colegios ni en los institutos y sólo se ha ido transmitiendo de manera oral, de padres a hijos, que han podido tener interpretaciones en el pasado y que ahora con formación y trabajo hay «una metodología que es absolutamente objetivo y que se basa en hechos reales a partir de las fuentes de información que existen, esta documentación tiene valor para que pueda ser utilizada en los centros docentes y que de una manera objetiva se puedan contar los hechos».
Cómo era la vida de los represaliados y de sus familias
Una de las investigadoras de Mapas de Memoria, María García Alonso, profesora titular de la UNED de antropología social, explicaba que esta exposición no solo tiene el sentido de hacer un recuento de víctimas, sino hablar de las personas que perdieron a sus seres queridos, que tuvieron que vivir con alguien ausente, enfrentaron su vida cotidiana, vivieron con sus recuerdos y cómo las personas que estuvieron incomunicadas y encarceladas se comunicaban con sus seres queridos.

García Alonso indicaba que es «una exposición que intenta poner cuerpo a unos nombres que empezamos hace ya muchos años a buscar, las 4.000 personas que murieron en la represión de posguerra en Ciudad Real». Así, a través de esta exposición se pueden ver copias fidedignas de los ficheros franquistas, en total 17.202 personas fichadas por el ejército de ocupación franquista antes de llegar a Ciudad Real que buscaron información para ver cómo realizaban el desembarco en los diferentes pueblos de la provincia. Formando parte de esta muestra también se encuentran las últimas cartas enviadas entre ellos, cómo vivía la gente cuando estaban esperando noticias de la ejecución de su ser querido, los pequeños recuerdos o los trabajos que hacían las mujeres cuando estaban en prisión.
Por su parte, el alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, recordaba que «es preciso conocer de dónde venimos y el pasado que tenemos para no volver a repetirlo, esta exposición es muy importante que la gente la conozca porque es una parte muy importante de nuestra historia y conociendo la historia podemos moldear el futuro».
Desde su inauguración en el mes de marzo han pasado ya por esta muestra 1.300 personas aproximadamente, estará abierta, de momento, hasta el 31 de mayo.
