La exposición de José Mascaraque con bajorrelieves en madera sobre Manzanares, el campo y el Quijote ha atraído a decenas de vecinos al Gran Teatro en las dos últimas semanas. Sesenta obras elaboradas en los doce últimos años de forma autodidacta sorprenden por la alta calidad en detalles a la hora de reproducir escenas tradicionales, paisaje urbano e iconos del arte
El tesoro de bajorrelieves en madera elaborado en los últimos doce años José Mascaraque ha conquistado en las dos últimas semanas a los vecinos de la localidad, deslumbrados por la originalidad de cada pieza expuesta en el Gran Teatro y por el alto grado de detalle alcanzado por este manzanareño de manera autodidacta.
Aficionado al dibujo desde hace muchos años y a la gubia desde poco más de una década, José Mascaraque reconoce que siempre fue reacio a exponer sus obras, aunque después del enorme éxito que ha tenido la muestra, no puede esconder su alegría. Manzanares, el campo y el Quijote son su inspiración y el resultado impresiona.
Sesenta piezas elaboradas en diferentes tipos de madera, como abedul, haya, cedro o roble, componen ‘Arte en madera’, la primera exposición de este artista y artesano amante del detalle y de la fotografía antigua. Resulta paradójico que hasta ahora todas las obras, en diferentes formatos, habían permanecido casi escondidas en una cueva adaptada para su conservación.
El control de la gubia
Mientras que varias personas contemplan cada una de las obras con detenimiento, José Mascaraque explica a lanzadigital.com que cada tablón tiene “entre cinco y ocho céntimetros de grosor”, cuanto más dura es la madera más detalle permite y es necesario que sea “muy homogénea”, sin diferencias de vetas importantes.
La forma de elaboración es desbastar del fondo hacia fuera con la gubia, normalmente a partir de fotografías antiguas, que dibuja en la madera. El remate final es con nogalina y cera virgen, sin barnices, porque el autor prefiere el brillo natural de la madera, frente a otros acabados más artificiales. Dos meses de trabajo dedica a cada obra.
El pasado de Manzanares junto a iconos del arte
La evolución de sus primeras horas hasta las últimas es evidente. A todas tiene un cariño “especial”, pues “cada una tiene su historia y su momento”, aunque destaca algunas de las últimas, como el bajorrelieve de la Plaza de la Constitución de Manzanares, a partir de un cuadro de la Guerra de la Independencia.
Junto a la reproducción de las Casas Colgadas de Cuenca de la iglesia de Auvers-sur-Oise de Van Gogh, la versión de ‘La última cena’ de Leonardo da Vinci, donde incluye el color, también es una de las obras más destacadas en la exposición. Entre las esculturas, José Mascaraque alude a su versión de ‘El pensador’ de Rodin, adaptado al siglo XXI, con un móvil en la mano.
Una fórmula “original” donde empezará a meter el color
Dos meses de trabajo llevan detrás cada obra y el manzanareño asegura que seguirá en la misma línea, pues ha dado con una fórmula “original” y “diferente”, que hereda de la vinculación familiar con el mundo de la carpintería y que sorprende al público habituado a las técnicas más clásicas.
De momento no sabe si continuará con la misma temática, ni tampoco si habrá nuevas exposiciones, pero avanza que no descarta introducir a partir de ahora más el color, a pesar de que reconoce que le fascina el tono de nogalina que tienen hasta ahora sus obras, todas ellas con escenas totalmente identificables.
Técnicos del Gran Teatro confirman que ‘Arte en madera’ ha sido una de las exposiciones que ha movilizado a más gente en los últimos meses, sobre todo gracias al boca a boca. Los más rezagados tienen hasta este domingo para conocer la obra de José Mascaraque.