Pregunta: ¿En qué situación se encuentra el Colegio de Veterinarios de Ciudad Real?
Respuesta: Me gustaría resaltar que la profesión veterinaria es una profesión sanitaria y, como tal, se preocupa de la salud pública. Lo que sucede es que su campo de actuación es a través del mundo animal, de la sanidad animal y de los productos animales. De todos esos campos se ocupa la profesión veterinaria, además del apartado medioambiental.
El Colegio Profesional es una institución colegiada que abarca todos estos asuntos y recoge a los profesionales que se ocupan de ella. Todo veterinario que quiera ejercer su función tiene que estar colegiado a todos los niveles, algo que da seguridad a la profesión, porque siempre hay un órgano rector que va marcando las pautas de actuación de los profesionales, tanto en formación como en comités deontológicos, así como en la solución de problemas… y siempre con el objetivo de preservar la salud humana.
El Colegio Profesional de Veterinarios a nivel provincial se ocupa de todos esos asuntos que afectan a Ciudad Real, una provincia con una gran importancia ganadera y de productos de origen animal destinados a la alimentación humana. La provincia también tiene una riqueza medioambiental muy grande, como sucede con las especies cinegéticas. Todo ello sin olvidar a los veterinarios de la función pública que tienen una responsabilidad muy grande a nivel de la Consejería de Sanidad, de la Consejería de Agricultura y Ganadería y a nivel de la Consejería de Medio Ambiente.
Nosotros como institución en el Colegio marcamos esas pautas para que todo se haga bajo un prisma de la profesionalidad y con unos comités deontológicos para que los ciudadanos se vean beneficiados por esta labor.
P: ¿Considera que los veterinarios son profesionales sanitarios esenciales? ¿Se sienten suficientemente reconocidos?
R: Sinceramente no nos sentimos lo suficientemente reconocidos. Sabemos que somos esenciales porque realizamos una labor de vigilancia de todos los productos de origen animal que llegan hasta los consumidores. De hecho, todo lo que el consumidor coge en el supermercado está vigilado. Pero esos productos también están vigilados en su origen desde las explotaciones. Por tanto, marcamos la trazabilidad de lo que sucede con cada producto. Y eso el consumidor muchas veces no lo sabe, pues en ocasiones piensa que nuestra profesión sólo se dedica a los animales de compañía en un centro veterinario.
Nuestro trabajo también es fundamental cuando hablamos de control de enfermedades que pueden afectar a gran parte de las poblaciones animales, incluso entre especies, como gripes aviares, leishmaniasis, etc. Y en el momento en que dejamos de controlar a un animal, ya estamos corriendo el riesgo de que cualquier persona se contamine y tengamos un problema.
P: ¿Sería necesaria la implantación del MIR o VIR de veterinarios?
R: Nosotros estamos buscando esa especialización oficial tipo MIR. El veterinario está preparado, tanto en su formación como en su actividad diaria para controlar aspectos relacionados con la psicología y con la prevención sanitaria, por citar algunos de los más representativos. Los veterinarios estamos perfectamente capacitados para hacer ese tipo de formación y desde hace mucho tiempo estamos reclamando al Ministerio la especialización oficial tipo MIR o VIR (Veterinario Interno Residente). También queremos ser reconocidos, incluso en nuestros centros veterinarios, como centros sanitarios.
Siempre reclamamos que en las normativas que se pueden desarrollar se considere que la salud pública es un aspecto relacionado con los veterinarios. Además, y por poner un ejemplo, con la acción que hacemos en los centros veterinarios con los animales de compañía, estamos haciendo Atención Primaria.
P: ¿Cuántos veterinarios hay ahora mismo colegiados en la provincia?
R: Siempre hay un continuo movimiento, sobre todo porque nuestra provincia no es muy poblada y tampoco tiene las posibilidades que pueden tener las provincias más turísticas donde hay más movimiento de personas.
Actualmente tendremos en torno a unos 380 o 385 compañeros colegiados que se dedican a ejercer la profesión, teniendo realmente muchos campos de trabajo.
En la provincia de Ciudad Real hay homologados más de 45 centros veterinarios, entre hospitales, clínicas y consultorios. También existe un porcentaje importante de veterinarios que se dedican a las explotaciones ganaderas, así como los compañeros que son funcionarios de la función pública, tanto en Sanidad como en Agricultura y Ganadería. Echamos de menos que haya más veterinarios dentro de la sección de medio ambiente.
P: Recientemente los veterinarios de España han mostrado su preocupación por las dificultades que se están encontrando a la hora de aplicar la Ley de Bienestar Animal en el ámbito municipal. Como veterinario, ¿Qué opina de esta Ley?
R:Siempre vamos a tender la mano a la administración y, de hecho, los veterinarios somos los primeros que cumplimos con la legislación. Pero hemos echado de menos en la Ley de Bienestar Animal o Protección Animal que no nos han consultado para nada. Esperamos que ahora con el desarrollo del reglamento de esta normativa sí que seamos escuchados y podamos cumplir con nuestro objetivo, teniendo unas responsabilidades acordes con nuestra formación.
Respecto a la aplicación de la ley dentro del ámbito municipal, es muy complicado porque la Ley dice una serie de cosas que son difíciles de interpretar y de aplicar, llevando además un coste económico muy grande. Hay muchas cosas, pero hasta que el reglamento no salga no podemos saber cómo se van a quedar. En cualquier caso, nosotros tendemos la mano a los ayuntamientos para colaborar con ellos.
P: ¿Qué importancia tiene la salud mental de los veterinarios?
R: Es un tema que nos preocupa muchoporquelos distintos estudios que se están haciendo reflejan que los profesionales de Veterinaria al cabo de ocho o diez años, sobre todo si están en centros veterinarios, dejan la profesióny la abandonan. También estamos preocupados porque las estadísticas a su vez indican un importante porcentaje de suicidios. El agotamiento mental muchas veces conlleva a este tipo de situaciones o circunstancias como el poco reconocimiento social y salarios bajos después de carreras complicadas. Asimismo, el hecho de que no tengamos esa autoridad sanitaria hace que muchos propietarios no entiendan que nuestra actuación tiene que ser así y no puede ser de otra manera. A ello hay que añadir la creencia del compañero en su trabajo y su preocupación por el animal. Y si en un momento dado no lo consigue o no puede llegar hasta donde quería, a veces puede causar pesar en el veterinario.