El profesor e historiador Juan Vidal ha impartido durante la mañana del viernes una serie de charlas en torno a la agricultura daimieleña “con el objetivo de dar a conocer la realidad del agro de la localidad”. Se trata de una interesante actividad adscrita a los actos festivos de la hermandad de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza.
Alumnos de sexto de Primaria de todos los centros educativos daimieleños se han desplazado hasta la ermita de San Isidro donde han asegurado haber aprendido que “Daimiel es un pueblo con una gran agricultura, de grandes extensiones, y que tiene parajes como El Quintanar, El Campo o La Vega del Azuer”.
El alumnado le ha puesto buena nota al ponente. Por su parte, Juan Vidal, ha destacado el buen comportamiento de los estudiantes a quienes felicitaba “por tener la gran suerte de vivir en Daimiel”. En su opinión, se hace necesario más que nunca incidir en la excepcionalidad de Daimiel y su campo, así como de “tomar conciencia de una forma más intensa del patrimonio de Daimiel, que es de todos, que hemos heredado y que tenemos la obligación de conservar”.
Entre otras peculiaridades, los niños también han descubierto curiosidades. Entre ellas, que en Daimiel existía un aeródromo, el pocillo del Guindo o la batalla de Barajas. “Cosas singulares que calan mucho más de cara a un futuro, en el que seguro recordarán parte de este día”, ha concluido Vidal.
Cata de aceite con Fernado Buitrón
Por otra parte, la cata de aceites organizada por la Hermandad de San Isidro, incluida dentro de la programación de las fiestas en honor a su patrón, fue este jueves en el salón de actos de la Casa de Cultura con la totalidad de sus plazas ocupadas. Los participantes, guiados por el sumiller Fernando Buitrón, cataron distintos aceites elaborados por la cooperativa Montes Norte con variedades autóctonas como cornicabra y arbequina.
Antes de la cata, Manuel José Díaz del Campo, presidente de la asociación de vecinos del barrio, se mostró satisfecho con la acogida de esta novedosa iniciativa, y reseñó que queda mucho por descubrir sobre el oro líquido, sus variedades y sus distintas calidades.
En los mismos términos se expresó María Amores, responsable de marketing de la cooperativa, que explicó que el objetivo de la cata es aprender a diferenciar el aceite virgen extra del aceite virgen, además de consejos sobre la conservación del producto.
En este sentido, Amores subrayó que el aceite virgen extra tiene que estar claramente etiquetado, independientemente de la intensidad de su sabor. Durante la charla, también ilustraron a los participantes sobre las variedades más adecuadas a cada uso.