A. R.
Ciudad Real
El stand instalado en Jugarama de apoyo a Beatriz Peláez Díaz, la niña de seis años que sufre atrofia muscular espinal, lleva camino de reunir los fondos necesarios para completar lo que cuestan las terapias -de fisioterapia, fisiorespiratoria, logopedia y psicológica- que requiere en un año.
Los en torno a 1.500 euros que se esperan reunir hasta hoy en Jugarama se sumarán a los 110 que se consiguieron en una chocolatada en Halloween en Poblete, los 240 euros de un mercadillo también realizado en Poblete, los 240 de un partido de balonmano benéfico en Malagón y los 1.500 euros de la lotería navideña con la que se colaboró con Beatriz, comentó su madre, Beatriz Díaz, que expresó su agradecimiento tanto a las empresas y particulares de muy diferentes localidades que han donado productos para el stand como a los ciudarrealeños, muchos de ellos conocedores de la situación de su hija a través de facebook, que acuden a adquirir productos para colaborar con esta iniciativa solidaria. Su sobrina Cristina y su amiga Pilar -las tres con una camiseta azul con la foto de su hija- la ayudan en la venta de papeletas para el sorteo que hoy, a las 21.30 horas, se realizará de seis premios, siendo el primero de un jamón y un queso.
Empresas y particulares de Ciudad Real, Puertollano, Miguelturra, Daimiel, Madrid, Barcelona, Castellón, Málaga y la localidad francesa de Nantes han colaborado en la donación de productos a un stand en el que se pueden encontrar, entre otros artículos, diademas, collares, jabones, mantelería, libros, puzzles y bolsos, así como pulseras solidarias para la investigación de la enfermedad que padece Beatriz.
Las iniciativas de ayuda a Beatriz continuarán tras Jugarama -una de ellas será una representación teatral a cargo de Los Bichos de Luz en el Quijano- con objeto de recabar fondos para adaptar el hogar de la niña y la adquisición de material ortopédico y respiratorio.
Cuento solidario
Por otra parte, del jueves al sábado se vendieron en Jugarama cerca de 200 ejemplares del cuento solidario No me gusta la verdura, del escritor y abogado Pablo Alonso.
Los fondos que se obtengan de la venta de este cuento, en el que se transmiten valores como la amistad, el compañerismo, el esfuerzo, la solidaridad y la importancia de una alimentación saludable, se destinarán a la construcción de una escuela en Bangladesh.