El sindicato Justicia y Progreso denuncia la “alarmante” congestión y pendencia que padecen los dos juzgados de instrucción y primera instancia de Valdepeñas, abandonados a su suerte por el Ministerio de Justicia.
“Si tomamos en cuenta la actividad publicada por el Consejo del Poder Judicial la tasa de congestión alcanzó el 5,08 % en el último trimestre del 2018, dato alarmante si se tiene en cuenta la media de la provincia, lo que denota que existe una carga de trabajo muy superior a lo razonable”, explica Ricardo Rosales, delegado del sindicato que ha celebrado una asamblea con el personal en Valdepeñas.
Ocho años para ponerse al día
También consideran desorbitada la tasa de pendencia, particularmente en la jurisdicción civil (en torno al 7,89 %). “Con estas cifras se necesitarían cerca de ocho años para dejar al día estos asuntos si no entrara ninguno nuevo”.
Justicia y Progreso reclama un tercer juzgado de instrucción con servicio de decanato, que considera “imprescindible”, y en paralelo seguirá denunciando la situación de deficiencias en este partido judicial. Para empezar dicen que los juzgados están “en unas instalaciones bochornosas, con una instalación eléctrica defectuosa, donde se implantan nuevas herramientas sin que se dé una mínima formación”.
Plantilla más reducida que el resto
La plantilla merece capítulo aparte, “estos órganos están dotados con una plantilla más reducida que el resto de juzgados, que siguen con la el mismo número de trabajadores que los ya desaparecidos juzgados de distrito”.
El sindicato cree que hay motivos suficientes para que intervenga la Inspección de Trabajo, por el riesgo real de problemas psicológicos para el personal, y explica que el pasado 31 de enero los trabajadores acudieron al Comité de Salud y Seguridad en el Trabajo en el que solicitaron el informe preceptivo antes de acudir a la inspección.