Juventudes Socialistas de la Provincia de Ciudad Real (JSPCR) presentó este martes la campaña ‘Cuatro añitos en el infierno’, con la que pretenden denunciar “el auténtico calvario que los ciudadanos de la región están sufriendo desde que María Dolores de Cospedal llegó al Gobierno regional”.
El secretario general de JSPCR, David Triguero, explicó que con esta campaña se quiere informar a la ciudadanía sobre el “gran deterioro” que se está produciendo en los servicios sociales básicos de la región con el nuevo gobierno.
En este sentido, Triguero criticó la política de “tierra quemada” que está llevando a cabo Cospedal, que en su día “prometió empleo y la salida de la crisis y a lo único que nos están llevando es al exterminio de los servicios públicos con más recortes, más paro, y una fuerte recesión con la que no podemos salir adelante”.
Carné Joven y Sanidad
Sobre este deterioro de los servicios públicos, Triguero puso como ejemplo la sorpresa que se acaban de llevar los jóvenes con la retirada de los beneficios del carné joven. “Antes un billete de autobús a Cuenca valía 8,60 euros y ahora casi 20, lo que afecta a las familias que dedican mucho esfuerzo a que sus hijos vayan a la Universidad”.
Como paradigma de esta situación, Triguero también mencionó “el caos y el desbordamiento” del servicio de Urgencias del Hospital de Ciudad Real, las largas listas de espera o el transporte sanitario convertido, según Triguero, en “turismo sanitario”, en clara alusión a los eternos itinerarios que se realizan ahora en este servicio.
Política partidista
Juventudes Socialistas también criticó la política sectaria y partidista del Gobierno regional con respecto a los ayuntamientos gobernados por el PSOE, “no haciendo frente a las obligaciones que mantiene con ellos y poniéndoles en dificultades a la hora de afrontar el pago de sus nóminas, servicios y proveedores”.
Nuevas Generaciones
Ante esta campaña de Juventudes Socialistas, Nuevas Generaciones del PP expresó ayer su más absoluta indignación, “así como su perplejidad al conocer las críticas de quienes han sido comparsa de José María Barreda, enemigo público número uno del bienestar de los castellano-manchegos y un auténtico demonio que ha puesto en peligro los servicios sociales básicos en nuestra región”. o
