Las lluvias del pasado viernes han servido para llenarla por la primera vez y comprobar la operatividad del dispositivo. El alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, ha mostrado su satisfacción por la puesta en marcha de “un proyecto y una inversión muy necesaria” para el municipio.
Las lluvias del pasado viernes han servido para poner en funcionamiento la balsa de tormentas. Esas primeras escorrentías que llegan desde el municipio se han recogido en el dispositivo y, de forma gradual, se están introduciendo en la estación de depuradora para su tratamiento y posterior vertido a la laguna de Navaseca. El alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Javier Fisac, el ingeniero municipal, Javier Núñez de Arenas, y el gerente de la empresa adjudicataria de la obra, Juan Francisco Gómez-Cambronero, comprobaron este lunes que “todo está funcionado como estaba previsto”, según han coincidido todos ellos.
El alcalde mostró su satisfacción por la puesta en marcha de “un proyecto y una inversión muy necesaria” para Daimiel. Sierra reiteró que gracias a esta balsa se evitará que llegue agua sin depurar al Guadiana y a Las Tablas, “un compromiso” con el medio ambiente que tiene claro desde su entrada en el Gobierno municipal. “Ahora estamos estudiando cómo va el proceso, pero de momento, la primera impresión está siendo muy positiva”, recalcó.
Sierra señaló que la entrada en funcionamiento de la balsa de tormentas, junto a la ampliación del vaso lagunar de Navaseca que se realizó la pasada legislatura, van a minimizar “muchos quebraderos de cabeza” al Ayuntamiento.
El concejal de Urbanismo indicó que a partir de ahora la depuradora cuenta “con un pulmón” que evita que colapse su funcionamiento. Fisac ha señalado que se han embalsado unos 4.000 metros cúbicos, que corresponde a los cerca de 14 litros por metro cuadrado que cayeron el pasado 27 de enero.