La lengua de polvo sahariano que ha irrumpido en la península Ibérica con más fuerza por el efecto de la borrasca Celia ha dejado ya niveles altísimos de partículas de polvo en suspensión procedente del norte de África en toda Castilla-La Mancha, en especial en Ciudad Real y Guadalajara.
La Red de Control de Calidad del Aire de Castilla-La Mancha ha medido valores excepcionales de particulares de polvo en suspensión PM10, los más altos en Ciudad Real (777) y Guadalajara (808) durante la madrugada, que han bajado 368 y 234 respectivamente a lo largo del día, cuando lo normal son no más 50µg/m3 (microgramos por metro cúbico).

No salir a la calle sin mascarilla
En previsión de que el fenómeno se recrudezca este miércoles, tal y como apuntas los pronósticos meteorológicos, la Consejería de Desarrollo Sostenible recomienda utilizar la mascarilla en el exterior y no hacer deporte al aire libre, con especial énfasis en las personas vulnerables, para no correr riesgo.
Los datos de la madrugada en Albacete, Cuenca y Toledo han sido también muy altos, en concreto 606, 547 y 475, como en el resto de España.
Fertilizante natural para los suelos
Las partículas del polvo en suspensión afectan considerablemente a la calidad del aire, dificultan la visión, crean irritación ocular y pueden causar problemas respiratorios. Pero no todo es malo. Meteorólogos de Meteored destacan que la calima también tiene efectos positivos. Entre otros, reduce la posibilidad de que se produzcan tormentas tropicales y es un fertilizante natural para el océano y los suelos. Además, reflejan la luz solar enfriando así la atmósfera y disminuyendo el calentamiento de la superficie del océano.