Decenas de jóvenes residentes en la capital de entre 16 y 17 años se han dado cita a primera hora de esta tarde a las puertas del Hospital General de Ciudad Real para recibir la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus.

Algunos nerviosos y todos contentos han acudido al primer llamamiento que ha hecho la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real en la ciudad dentro de la planificación de las autoridades sanitarias para extender la inmunización y alcanzar la protección de rebaño antes del inicio del próximo curso escolar.
Mitigar “el impacto del verano”
En concreto, el objetivo es, según Juan Carlos Mayoral, director de Enfermería de dicha gerencia, vacunar al menos con la primera dosis a los colectivos más jóvenes para mitigar “el impacto del verano” y para rebajar los riesgos en la apertura de las aulas.

La vacunación al colectivo de entre 16 y 17 años, ha explicado, ya se ha iniciado en otros puntos -centros de salud y consultorios- de esta gerencia, y este jueves por la tarde se ha comenzado en la capital.
Es el siguiente punto del calendario previsto por el SESCAM para los tramos más jóvenes, que inició hace varias semanas con la inoculación de las dosis contra el Covid-19 a los grupos de 18 y 19 años, junto a los que quedaban de entre 20 y 30, para dar comienzo hoy a los menores de 18 años.
La pauta se completará, previsiblemente, la próxima semana, fecha cuando serán llamados los del último grupo poblacional a vacunar, correspondiente a los de entre 12 y 15 años. Así lo ha explicado Mayoral, que ha apuntado que también “irán al rescate de las personas mayores que por alguna circunstancia no se pudieron vacunar en su día”.
La vacunación a los jóvenes y adolescentes supondrá, a juicio del sanitario, una mayor tranquilidad para la sociedad porque “es un grupo que está teniendo mucha movilidad” en el verano, coincidiendo con las vacaciones escolares.

Ilusión
Entre los protagonistas de esta tarde, la mayoría acompañados de sus padres o familiares, algunos han relatado sus sensaciones ante la deseada primera convocatoria para ser protegidos del coronavirus, en su caso con las dosis de Pfizer. La segunda será el 26 de agosto.
Marta Rodríguez, de 17 años, ha mostrado su contento por lo que supondrá personalmente la posibilidad de aminorar el potencial riesgo de contagiar a sus más allegados. Tras el pinchazo estará “más tranquila”.
Clara Navarro, también de 17 años que acaba de terminar 1º de Bachillerato en el Colegio San José, se ha mostrado ilusionada por la cita para vacunarse. “Me ha hecho mucha ilusión”, ha señalado.
Un año más pequeña, Mari Carmen Utrilla del Hoyo, se ha manifestado en la misma línea, contenta y expectante mientras aguardaba en la cola en una tarde muy calurosa. “Será más seguro para mi familia”, ha dicho la estudiante de Los Salesianos, aunque faltan por inmunizar sus hermanos pequeños.
Su madre, Carmen del Hoyo, ha subrayado su contento por el desarrollo de la vacunación que conseguirá revertir el escenario de pandemia. “Estoy contenta por lo que supone para la paralización de esta situación”, ha manifestado, a la vez que ha mostrado su respeto “por la novedad de la vacuna entre los más jóvenes”.

Del mismo modo, ha valorado la responsabilidad de los de menos edad en los últimos meses, como es el caso de sus tres hijos, de 16, 14 y 9 años, ante la presión social de que podrían ser los principales portadores. «La mediana ha sufrido mucho por toda la familia, especialmente por sus abuelos, porque practica fútbol», y por ello, «ha jugado con la mascarilla puesta».
Con el inicio de las vacunas a los menores de edad «se alivia la carga» en su entorno y también de cara al inicio de las clases para el próximo curso. «Tendrán más liberación», ha sostenido.
Lucía Carmona, de 17 años y alumna del Colegio San José, estaba también ilusionada, entre otros motivos porque “se acabe cuanto antes la pandemia” y también “para prevenir” la propagación del virus. Por ello, ha aplaudido la llamada a su grupo de edad. “Estamos toda la clase”, ha comentado, antes de mostrar su sorpresa por la rapidez de la convocatoria. “Pensaba que nos iba a tocar en septiembre”, ha concluido.

Javier Braescu, de 17 años, también ha celebrado que ayer le enviaran el mensaje para ser vacunado, aunque ha dicho sentir “indiferencia” ante la cercanía de la inoculación.
Al margen de la expansión de la inmunización que suma su grupo de edad, “hay mucha gente que lo está pasando muy mal con los efectos de la vacuna”. Además, según este estudiante del Instituto El Torreón del Alcázar, la vacuna no garantiza “que las personas se puedan infectar o reinfectar”.
Con todo, también ha dicho sentir respiro ante la presión que como colectivo joven tuvieron en las sucesivas olas de la pandemia. Ha sido, a su juicio, “una situación difícil, y no es ninguna tontería” porque “con un mínimo desliz, puede morir gente”.