La Confederación Hidrográfica del Guadiana ha eliminado la conocida como presa de Los Jarales que se encontraba sobre el río Bullaque, en Piedrabuena, lo que ha permitido lograr interconectar más de 257 kilómetros entre los ríos Guadiana y Bullaque.
El jefe de área de Gestión Medioambiental e Hidrología de Comisaría de Aguas de la CHG, Manuel Gómez Criado, ha explicado que esta actuación ha supuesto la eliminación de una pequeña presa con un muro de cinco metros de altura que se encontraba en el tramo medio-bajo del río Bullaque y que fue construida en 1961, creando una superficie de embalse de doce hectáreas de terreno, y que su demolición se puede considerar como la primera llevada a cabo en la cuenca del río Guadiana en su historia.
Con ello, se ha logrado la recuperación de la continuidad en una longitud total de ríos conectados de 257,95 kilómetros, 50,18 kilómetros aguas arriba y 207,77 kilómetros aguas abajo.
Gómez Criado ha recordado que el proyecto inicial para la construcción de la presa de los Jarales fue redactado en junio de 1959 por el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Fernando Erviti Cañedo-Argüelles, con el objeto de poner en riego una superficie de 43 hectáreas de la finca Hornias Bajas del Bullaque, también conocida como los Jarales del Bullaque.
La menor afección ambiental posible
Los trabajos de demolición ejecutados en los últimos meses se planificaron teniendo en cuenta causar la menor afección ambiental posible y el proceso ha incluido la remoción del sustrato sedimentario que conformaba el vaso del embalse, que poseía una composición adecuada para su reutilización en la renaturalización del entorno.
De hecho, el técnico de la CHG ha señalado que la mayor parte de estos sedimentos se empleó en la creación de dos nuevas islas dentro del cauce, simulando a las que existían antes de la construcción de la presa.
También se ha trabajado en la recuperación de la conectividad lateral del sistema fluvial mediante el tendido de taludes en ambas márgenes del cauce y en la consolidación localizada de determinadas zonas.
Los trabajos han incluido igualmente una actuación para mejorar las condiciones fitosanitarias de la masa vegetal existente, protegiendo el desarrollo del ecosistema de ribera.
Para ello se han llevado a cabo podas, cortas y destoconados, recogida de árboles y ramas caídas y la eliminación de vegetación alóctona que presentaba fuerte inestabilidad por incisión y descalce.
Todo ello de acuerdo con la Delegación Provincial de la Consejería de Desarrollo Sostenible en Ciudad Real que tiene las competencias en medio natural.
500 sauces y 300 fresnos nuevos
El proyecto ha incluido una importante plantación de árboles -un total de 500 sauces y 300 fresnos- con el objeto de recuperar el entorno natural del río previo a la ejecución de la presa, y dar estabilidad a las márgenes del cauce y de las dos islas ejecutadas, evitando la erosión y el arrastre de sedimentos por parte de los caudales que discurren por el cauce.
Gómez Criado ha indicado que el marco de plantación ha sido irregular y, para asegurar la supervivencia del mayor número posible de plantas, se les suministrará riego de apoyo durante los meses de estiaje de los dos o tres primeros años».
Por otro lado, ha comentado que la CHG ha restituido el camino situado sobre la presa, de titularidad municipal, que aparece en todos los mapas históricos consultados y que, a su vez, daba acceso a viviendas situadas en la margen derecha del río Bullaque.
Durante el desmantelamiento se estudiaron diversas alternativas, entre ellas la posibilidad de no dar continuidad al camino, lo que hubiera causado un gran perjuicio para las personas que viven en viviendas, pues la salida por margen derecha resultaba más y dificultosa.
Por ello, «se decidió ejecutar un vado debidamente enrasado con el lecho del cauce y con terminación en piedra para integrarlo con el entorno, que no supusiese un obstáculo ni para la corriente ni para las diferentes especies que habitan en el cauce, ni tampoco para el transporte de sedimentos», con el objetivo final de recuperar y mejorar tanto la dinámica fluvial como la funcionalidad natural del río, ha argumentado Gómez Criado.