La junta de explotación oriental de la cuenca del Guadiana ha decidido este jueves en Ciudad Real no permitir riegos asociados a aguas superficiales (embalses) en la campaña agrícola 2018. La excepción serán los cultivos permanentes como el olivo, “sólo para evitar que se pierdan”, ha explicado a lanzadigital.com José Martínez Jiménez, el presidente de la Confederación Hidrográfica. “Por desgracia sólo podremos disponer de recurso para esos riegos de emergencia, puesto que antes hay que garantizar los abastecimientos”.
Martínez matiza que no es que se prohiban taxativamente (al menos todavía no), sino que sencillamente no serán posibles, por lo que la junta de explotación ha aconsejado a los agricultores no arriesgar y optar por el secano.
La situación que tendrán que afrontar comunidades de regantes como la Torre de Abraham, que el año pasado regó con normalidad, no se daba desde 1995. “Por primera vez los usuarios de aguas subterráneas están mejor que los de superficiales en el alto Guadiana”, insiste Martínez Jiménez.
El trasvase al Gasset está contemplado
En cuanto al trasvase para garantizar el abastecimiento a Ciudad Real y su comarca, que la mancomunidad pidió en diciembre, la junta de explotación ha aplazado la decisión hasta la próxima reunión de la comisión de desembalse, que se celebrará en torno al mes de marzo, un poco antes del inicio de la campaña. “El trasvase está contemplado y en caso de que sea necesario se autorizará”.
Igualmente dentro de las propuestas planteadas hoy se prevé la posibilidad de poner en funcionamiento los pozos de emergencia del parque nacional de las Tablas de Daimiel, por si se considera que no hay suficiente superficie encharcada y también la posibilidad de que la mancomunidad de servicios del Gasset ponga en funcionamiento los pozos de sequía. Estas decisiones dependerá de lo que llueva de aquí a primeros de marzo.