Sigue la recuperación, pero los niveles de actividad y empleo siguen estabilizados y no se han alcanzado las estimaciones de crecimiento previstas para este 2019. Son las principales conclusiones del balance del sector de la construcción en Ciudad Real que realiza el presidente de la Asociación provincial de empresarios de esta área profesional, Manuel Carmona.
La evolución de las empresas ciudarrealeñas de dicho ámbito productivo y sus industrias auxiliares ha sido muy similar a la del año anterior en número de trabajadores, al menos en la cifra ocupados, 14.900 al cierre del tercer trimestre, idéntica a la del mismo periodo del ejercicio precedente.
El número de parados, por su parte, se ha reducido a la mitad hasta los 1.400 de finales del mes de septiembre, por lo que los activos (suma de ocupados y desempleados) del sector se han reducido en 1.400 hasta los 16.300.
Por otras instancias discurre la confianza empresarial que, según Carmona, se ha visto resentida por la incertidumbre política ante la ausencia de nuevo Gobierno, y más específicamente por la escasez de licitación pública.
En concreto, la actual paralización o prórroga de los planes nacionales de ayuda a la vivienda, alquiler y rehabilitación, afecta, según Carmona, de manera negativa al sector, ya que las comunidades autónomas no pueden asumir su cuantía. De la misma manera, tampoco se activan otros cambios normativos solicitados por los constructores “que resolverían situaciones puntuales, y que llevan guardados en el cajón desde hace meses”.
También recrimina “la falta de inversión pública en forma de licitaciones, ya sea de obras directamente asumidas por el Estado o en cofinanciación con las comunidades, que siguen paradas y que tienen una incidencia directa en la actividad económica y en el empleo”.
Incertidumbre
Con estas claves y ante un “escenario de incertidumbre”, Carmona ve “complicado” hacer estimaciones de cara a 2020, ya que el tejido del sector en la provincia, con su grueso compuesto por medianas y pequeñas empresas, “sólo desea una cierta estabilidad en el trabajo que le permita hacer previsiones a un medio plazo, y que las administraciones públicas empujen en la misma dirección”.
Por tanto, “lo deseable es seguir incrementando actividad de forma sostenible y que fluya la financiación a empresas y familias”.
Esta sería una de las demandas de los empresarios de construcción de Ciudad Real de cara al nuevo año, que se sumaría a otra reivindicación “insistente a lo largo de los años”, como es que haya “estabilidad en lo político”, frente a “ocurrencias o improvisaciones que en nada benefician” al ámbito económico.
Al margen del Gobierno que se constituya, Carmona espera, en nombre de los asociados a la APEC, que “tenga siempre altura de miras y huya de intereses partidistas, regionalistas o que nada tengan que ver con el interés general de todos los españoles”.
En materias más sectoriales, reclaman “inversión pública en infraestructuras y políticas de vivienda y más recursos contra la competencia desleal que tanto daño hace al sector”.
En este punto, el máximo portavoz de los constructores ciudarrealeños, denuncia “las inspecciones recurrentes a empresas activas y cumplidoras”, frente “al nicho de empresas irregulares o con trabajadores sin dar de alta que no se les vigila con el mismo empeño”.
Falta de mano de obra cualificada
La falta de mano de obra cualificada o de determinados oficios por la tecnificación del sector u otros como los alicatadores es otra de los déficits que tiene este ámbito y que la asociación está combatiendo “en varios frentes”. “Puede parecer chocante, pero hay determinados perfiles que se perdieron en la crisis, y que ahora mismo encontrarlos es un verdadero problema”.
Precisamente, la Fundación Laboral de la Construcción, tiene encomendada la labor formativa, y con datos cerrados, en 2018 impartió en Castilla La Mancha más de 194.000 horas de formación a casi 5.800 alumnos.
APEC, por su parte, ha ofrecido cursos tanto en Ciudad Real como en Tomelloso, Alcázar, La Solana o Argamasilla de Alba, “con una importante respuesta de empresas y alumnos”.
También ha tramitado casi 3.000 tarjetas profesionales de la construcción (TPC) –en Castilla La Mancha hay emitidas 37.730-, un trabajo que marcará la línea de trabajo prioritaria en 2020.