La defensa de Lorenzo G.M., el acusado de intentar matar a Francisco Javier R.O., un amigo muy cercano, a navajazos en los baños de El Torno en el verano de 2023, acota el caso a “una bronca de borrachos”, en la que ambos se dieron con lo que tenían a mano; el acusado un cuchillo cebollero y el otro con una sartén. “Esto no es un intento de homicidio al uso”, ha remarcado el abogado Juan Hervás al final del juicio, visto para sentencia tras dos sesiones en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
El letrado solicita al tribunal que aplique la eximen completa de legítima defensa. Entiende que si Lorenzo le dio tres puñaladas a Francisco, lo hizo para defenderse de un ataque previo a sartenazos del otro (lo escalabró). Y que si es verdad que lo apuñaló, también que paró y lo auxilió hasta que llegó el equipo médico y la Guardia Civil, que lo detuvo sin oponer residencia.
Libre absolución o lesiones con uso de arma peligrosa
Considera que no hay motivos para que Lorenzo quisiera matar a Francisco, y que tanto el resultado de las lesiones -hubo riesgo vital-, como la bronca en sí, fue una calentón de borrachos, por lo que ha pedido la libre absolución o en caso de que se le condene sea por lesiones con empleo de arma, pero con las atenuantes de embriaguez, reconocimiento de los hechos y legítima defensa.
La fiscal mantiene la acusación de intento de homicidio
La fiscalía no lo ve así. Ha mantenido que Lorenzo G.M., que lleva ya quince meses en prisión preventiva, es responsable de un delito de intento de homicidio sin ninguna circunstancia atenuante, y reclama 8 años de prisión. También recoge una indemnización de más de 18.000 euros para la víctima, que a su vez tendrá que indemnizar con unos 500 euros al acusado de intento de homicidio por las lesiones y por el reloj que le rompió cuando le dio con la sartén, acusado de lesiones leves.

Lo apuñaló varias veces y le dijo que lo iba a matar, dice la fiscalía
La fiscal del caso, María José García, dice que hay pruebas suficientes para condenarlo por homicidio. Alega que Lorenzo no solo apuñaló tres veces a su amigo, sino que le dijo que lo iba a matar. Que avisara a la Guardia Civil y se quedara en el lugar con su novia auxiliando al herido hasta que llegaron los sanitarios, no significa, según la fiscal, que haya confesado o reconocido los hechos. La fiscal no ve confesión en que reconociera que lo había apuñalado en el río, y dijera, ‘se ha puesto muy tonto y sí, le ha dado yo las puñaladas’, y luego haya cambiado de versión.
Discutieron por quién hacía la cena
En la última sesión del juicio ha declarado la pareja el acusado, testigo presencial de la bronca, que asegura que la discusión se desencadenó por ver quien hacía la cena, en un contexto previo del mal rollo entre los amigos. La pareja del acusado dice que fue Francisco R.O., ‘Paquito’, el que atacó a Lorenzo y que su novio fue el que llamó al 062 para informar de lo que había hecho. También se ha oído una grabación en la que ella le pide al acusado que pare.

Paquito, el amigo reemplazado por la novia
La defensa del acusado ha incidido en los motivos muy humanos que desencadenaron la riña. Lorenzo L.G.M. y el perjudicado Francisco Javier R.O., de 60, han mantenido una relación de amistad de veinte años, en la que todo el ocio lo hacían juntos, incluido juntarse para beber los fines de semana, acampar o ir a la ‘playita’ del río Bullaque en El Torno los fines de semana de verano.
La relación se enfrió cuando unos meses antes de la pelea Lorenzo empezó a salir con una chica y desplazó a su amigo -al menos así lo han contado ellos en el juicio-. El fin de semana de los navajazos era el primero en el que Lorenzo, su novia y Francisco quedaban para pasar el fin de semana en el río. Llegaron a los baños el viernes por la noche, estuvieron bebiendo toda la noche, siguieron el sábado por la mañana, pero al parecer Francisco se sentía incómodo por el comportamiento de la pareja, después de la comida los dejó, se fue al pueblo a seguir bebiendo, y cuando volvió y vio que su amigo estaba pelando cebolla para hacer la cena, algo que siempre hacía él, se ofusco, lo atacó con la sartén y el otro le dio con el cuchillo que llevaba en la mano.
Los navajazos que recibió Francisco tenían “riesgo vital”
Las forenses que han intervenido como peritos han confirmado que las heridas de Francisco, un trauma abierto por arma blanca, “requirió una asistencia urgente y vital”. De hecho lo trasladaron al Hospital General de Ciudad Real en un helicóptero. El perjudicado pasó días en la UCI aunque ya se ha recuperado de las lesiones. Las médicas forenses han reconocido que el perjudicado tenía también una herida de defensa en el antebrazo.
Juntos en el banquillo, pero separados por un policía, los amigos no se han mirado en el juicio ni han querido decir nada al final.
Que pague al Sescam los gastos médicos
El escrito de acusación de la fiscalía recoge también que el acusado pague al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) los 7.955 euros de los gastos médicos de F.J.R.O., que a su vez tendrá que resarcir con 236 euros al Sescam por las curas del sartenazo.
Se armó un buen revuelo en el río
La pelea entre ambos montó un buen revuelo un sábado de finales de agosto de 2023 (el 26), en una zona de baños en el río Bullaque conocida como ‘la playita’ de El Torno, muy concurrida en esa época. Sobre las ocho de la noche el acusado, con antecedentes penales por delitos conducción temeraria, violencia familiar y amenazas, y el perjudicado, empezaron a discutir.
L.G.M. lleva en prisión preventiva por esto desde el 28 de agosto de 2023. La víctima se ha recuperado de las heridas, aunque le quedan secuelas. Ninguno ha querido hacer uso del derecho a pronunciar la última palabra.