El exalcalde socialista de Puertollano Joaquín Hermoso, con varios frentes judiciales abiertos tras su salida de la alcaldía en 2013, se ha mantenido firme hasta el final en la defensa de su inocencia por las supuestas irregularidades en las obras del coso polivalente, su proyecto estrella de 2008, por las que se le ha juzgado este mes en la Audiencia Provincial de Ciudad Real
“La labor de contratación es ajena a la alcaldía”, ha alegado su abogado en las conclusiones finales del juicio este jueves, y ha descargado la responsabilidad de la fragmentación de los contratos en los diferentes servicios técnicos municipales.
El letrado ha insistido en que no se ha probado que el alcalde participara en amaños con los otros acusados, el arquitecto técnico Eugenio Ángel Manso y el secretario Municipal Juan Luis Vázquez, para favorecer a la empresa Navarro Piquer (que se encargó de la cimentación, la parte más sustanciosa) o cualquier otra, como sostienen las acusaciones.
“Sigue convencido de que lo ha hecho bien”
“Estamos aquí por una obra que se hizo con prisas y poco dinero”, y ha mantenido que seis años después de que el Síndico de Cuentas detectara las presuntas irregularidades y pusiera los hechos en conocimiento de la fiscalía el exalcalde “sigue convencido de que lo ha hecho bien”.
Una prevaricación “burda y clamorosa”
La fiscalía por su parte mantiene que en este caso estamos ante un caso de prevaricación “burda y clamorosa”, “los tres acusados eran plenamente conscientes de que actuaban actuando de forma arbitraria”, ha rematado la fiscal que pide para los tres diez años de inhabilitación para el ejercicio de cualquier cargo público.
Fraccionaron para adjudicar a dedo
No se explica, según han aportado los abogados de la acusación popular que ejercen los grupos municipales de PP e Izquierda Unida, que fragmentaran una obra de la envergadura de la segunda fase de la plaza de toros, un proyecto de 2,5 millones de euros, que se debe licitar con un pliego de condiciones y mediante concurso público. “Si lo hicieron en 69 expedientes de menos de 60.000 euros, algo que la ley no permite, fue para adjudicar directamente los contratos”.
La acusación popular ha puesto el acento en la empresa Navarro Piquer, la única que antes de que existiera el proyecto arquitectónico ya había presentado oferta para construir la cimentación.
“Hacer una obra poco a poco no justifica la fragmentación, aquí no era posible”, ha insistido la fiscal, que mantiene que tanto el alcalde, que firmó los contratos por decreto de alcaldía; como el secretario, que avaló con un informe jurídico la fórmula, y el arquitecto técnico Ángel Manso, que elaboró el informe recomendando la fragmentación “conocían la norma”. Además ha dicho que en el informe de Manso no quedan justificadas las razones técnicas para fraccionar el contrato.
Ángel Manso, el “último mono”
El abogado de Eugenio Ángel Manso, considerado por las acusaciones el hombre que materializó la decisión del alcalde de acuerdo con el secretario, ha hecho hincapié en que este trabajador, que se juega su empleo en el Ayuntamiento, era “el último mono” en todo un engranaje de funcionamiento administrativo en el que Hermoso tenía hasta su hombre de confianza y lo controlaba todo. “Manso ni es el jefe de contratación ni el de urbanismo, por encima de él había tres arquitectos y dos técnicos como él con más antigüedad”.
El letrado defensor ha insistido en que fue un trabajador aplicado que hizo lo posible para lograr que la obra estuviera lista en mayo de 2008 para dar espectáculos, tal y como le pidieron. “La emisión de informes no está penado como delito, sean más o menos acertados”, ha alegado el abogado, que considera que si este técnico cometió alguna irregularidad fue por su falta de preparación.
La acusación popular no busca la verdad
Esta defensa también ha cuestionado el interés de las acusaciones populares, “que no han buscado la verdad material en este asunto, sino el interés político”.
La acusación popular también acusa a los tres imputados de falsedad documental por aportar documentos de ofertas ficticias a la fiscalía para simular que los contratos menores que se hicieron tuvieron unas mínimas garantías legales.
Cimentación a Navarro Piquer
La segunda fase de las obras del coso polivalente o plaza de toros de Puertollano se retomaron en el otoño de 2007, recién estrenada la mayoría absoluta de Hermoso en su segundo mandato en el Ayuntamiento. Fue una promesa electoral del programa con el que concurrió a las elecciones de mayo dotar a Puertollano de una plaza de toros fija, válida para otros espectáculos.
El proyecto, cifrado al principio en algo más de un millón de euros, superó los 2,5 millones de euros según el escrito de calificaciónd de la fiscalía. Para ejecutarla, en vez de sacar a concurso un pliego de condiciones, el alcalde dice que corría prisa y había poco deinero, se optó por fraccionarla en 69 expedientes por diferentes partidas: cimentación; suministros y maquinaria, y suministros e instalaciones para acabados.
Cimentación, casi 900.000 euros
La ejecución de la partida de cimentación ascendió a 879.456,67 euros, fraccionándose en dieciocho expedientes, todos ellos de cuantía inferior a 60.101,21 euros. Se adjudicaron a la misma empresa, Construcciones Navarro Piquer S.L. En este caso se aplicó el texto refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado por el Real Decreto 2/2000, de 16 de junio (procedimiento negociado sin publicidad).
Suministros y maquinaria
De suministros y maquinaria se tramitaron nueve expedientes por un importe total de 575.227,41 euros, conforme a la normativa en vigor de Contratos del Sector Público, y que fueron adjudicados a diversas empresas por importe inferior a 200.000 euros (procedimiento negociado sin publicidad).
Con cargo a la partida de suministros e instalaciones para acabados de obra se tramitaron nueve expedientes por un importe total de 602.566,94 euros, cuya cuantía se fraccionó en cantidades inferiores a la prevista en la normativa citada en al apartado anterior (procedimiento negociado sin publicidad).