Según José Manuel Caballero, la provincia de Ciudad Real tuvo un importante “protagonismo” es la “creación de la Comunidad Autónoma” así como en el “sentimiento regionalista y castellanomanchego”.
Caballero ha recordado como dentro del pleno del palacio de la institución provincial “se iniciaron trabajos que posteriormente darían lugar a la creación de Castilla-La Mancha como Comunidad Autónoma, así como al propio Estatuto de Autonomía”.
En este sentido ha destacado que dos localidades de la provincia tuvieron una gran importancia a la hora de que el Estatuto de Autonomía viera la luz, como son “Almagro, en primer lugar, y Manzanares, en el inicio de los trabajos de redacción, que culminarían en Alarcón”.
El presidente de la Diputación también ha apuntado que Ciudad Real posiblemente sea la “provincia más castellanomanchega en cuanto al sentimiento de sus ciudadanos”, destacando que gracias a la creación de la Comunidad Autónoma “hoy vivimos mejor todos los ciudadrealeños a cómo lo hacíamos hace 40 años cuando se puso en marcha el Estatuto de Autonomía, pues tenemos mayor bienestar, mejores infraestructuras, más atención a las personas vulnerables y mucho más futuro para nuestros jóvenes”.
Desde su punto de vista, la Autonomía “ha servido para eso, para que los hombres y mujeres de la provincia de Ciudad Real vivamos mucho mejor y para que seamos conscientes de que una parte muy importante de ese mayor bienestar que tenemos tiene mucho que ver con el derecho autonómico y con el deseo de los hombres y mujeres de las cinco provincias de constituirse en Comunidad Autónoma y asumir que los intereses de los intereses de este territorio y sus gentes, está por encima de cualquier ideología y partido”.
Por su parte, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, ha destacado que “sin la provincia de Ciudad Real y sin su Diputación hoy no existiríamos como Comunidad Autónoma”, al resaltar que las cinco diputaciones provinciales de la región “fueron determinantes en la configuración de Castilla-La Mancha, pues sus representantes de entonces se unieron y juntaron para tomar la decisión de que estas cinco provincias podían unirse en un proyecto común para mejorar la vida de las personas que vivían entonces y las que lo hiciesen después”.
Bellido ha puesto en valor como la Diputación de Ciudad Real fue protagonista, “realizándose reuniones muy importantes dentro de su palacio provincial”, añadiendo que en diciembre de 1978 en la provincia ciudadrealeña “ya se reunieron los diputados y diputadas provinciales de las cinco provincias, así como un conjunto de parlamentarios nacionales en Almagro para tomar la decisión de crear el ente preautonómico”.
También ha hecho alusión a otro momento determinante en la creación del Estatuto de Autonomía y que también tuvo lugar en la provincia de Ciudad Real, concretamente en el Parador de Manzanares “donde se empezó a escribir el Estatuto de Autonomía, en una redacción que no fue sencilla, puesto que había que poner de acuerdo a personas con visiones e intereses distintos de la vida”.
Para Bellido, “la derecha y la izquierda política del momento tuvo la ambición de ponerse de acuerdo para construir un instrumento que sirviera para que la ciudadanía viviera mejor. Y para eso se creó Castilla-La Mancha”.
Desde su punto de vista, en la Comunidad Autónoma “no reivindicamos guerras, ni tampoco banderas, aunque tenemos la nuestra, pues no nacimos para tener un escudo o una frontera que defender, sino para que los ciudadanos que viven en esta tierra, lo hagan mejor”.