Este miércoles lo anunciaba el presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, y este jueves la alcaldesa de Puertollano lo confirmaba. La venta de Silicio Solar está a un paso de ser una realidad y será Aurinka Internacional, una empresa dedicada al sector fotovoltaico, quien adquiera esta empresa cerrada desde el año 2012.
Aunque todavía no está cerrado totalmente este acuerdo, la primer edil puertollanense se mostraba muy optimista en esta compra de Silicio Solar y adelantaba que “hay una empresa importante que quiere comprar las instalaciones de Silicio Solar haciendo una oferta en el concurso y parece que va adelante”, si bien el ayuntamiento de Puertollano y la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha están acompañando en este proceso que la empresa está realizando para que la compra de Silicio Solar llegue a buen puerto.
Aurinka Photovoltaic Group está presidida por el yerno de Villar Mir, Javier López Madrid, junto al presidente y consejero José María Treviño Zunzunegui, cuenta como volca con Benjamín LLaneza -quien en el día de ayer se encontraba por Ciudad Real-, un antiguo directivo de BP Solar en España y con una dilatada trayectoria en el mercado de las energías renovables.
Aurinka es una empresa de ingeniería que cuenta con un importante partner industrial que está interesado en la instalación puertollanense, ubicada en el polígono La Nava, para poder abrir una línea de fabricación dentro de este sector fotovoltaico y que podría ir de nuevo encaminada al silicio.
La primer edil puertollanense espera que el juez dicte un auto adjudicando esa venta, está depositado el aval y todos los trámites se cumplen por lo que esperan que “en poco tiempo tengamos una buena noticia, porque lo vamos a conocer los ciudadanos de manera inmediata y sería una magnífica noticia para Puertollano”, aseguró Fernández.
Si finalmente Aurika Photovoltaic Group, una empresa atraída por Puertollano y por las circunstancias de esta ciudad, llega a instalarse en lo que anteriormente fue Silicio Solar, sería un fuerte revulsivo económico para lo que en su día se llamó la ciudad de la energía y poder ir recuperando esa actividad industria perdida en estos últimos años y que tanto desaliento ha causado a los puertollanenses.
