No ha trascendido por el momento el contenido exacto del encuentro, aunque sí se sabe que desde nuestro consistorio se han hecho una serie de peticiones a las que SEPI ha quedado en dar respuesta antes del mes de marzo.
Por supuesto estamos expectantes, incluso diríamos ansiosos de conocer, ya no tanto lo que se pidió a SEPI, aunque sería democráticamente sano saberlo, sino más bien por la respuesta de SEPI, si es que tiene a bien responder.
Estamos de acuerdo en ser cautos hasta obtener esta respuesta. Quien ha esperado 25 años, puede esperar un mes. Y animamos a todos a esperar con los últimos posos de esperanza que atesoremos.
Pero es muy importante, una vez pasado el tiempo fijado para la respuesta, y ni un día más, pedir que los responsables de nuestros designios tengan la suficiente perspectiva para no concretar un acuerdo definitivo con SEPI que pudiera servir a ésta como “excusa” para dar por saldados los compromisos adquiridos e incumplidos durante tantos años, sin llevar a cabo proyectos que realmente provoquen el despegue económico y social que necesitamos. Si nos queda el mínimo de dignidad, que en esta tierra hemos demostrado tener, no podemos conformarnos con pequeños señuelos que traten de deslumbrarnos con su brillo.
SEPI firmó un convenio en el que se comprometió a paliar el cese de la actividad minera creando otras fuentes de desarrollo económico. Eso es lo único que sirve: que se pongan los cimientos de un crecimiento económico que revierta en un crecimiento demográfico en base a proyectos serios y perdurables en el tiempo.
Por otro lado, Forzados tiene el compromiso, en primera persona, del presidente García Page de reunirse con SEPI y exigir el cumplimiento del convenio en la misma línea que comentamos. No tenemos constancia, hasta la fecha, de que este encuentro se haya producido, pero tenemos que demandar que sea precisamente en este momento cuando el presidente Page sea nuestro valedor, como le solicitamos en Fuensalida.
Como plataforma ciudadana, es el momento para aunar todos los esfuerzos, todas las voluntades, todos los recursos y todas las razones (que sobran) para que esta vez sea el pistoletazo de salida de una recuperación comarcal tan deseada como merecida
