Durante los meses de Julio a Octubre en varias Cáritas Parroquiales de la diócesis de Ciudad Real se ha desarrollado la campaña de temporeros que este año ha llevado por lema “Unidos por un trabajo digno”. Con esta campaña Cáritas Diocesana de Ciudad Real ha vuelto a recordar la obligatoriedad de contratar con alta en la Seguridad Social, el pago de un salario según convenio, el procurar un alojamiento digno y evitar la subcontratación ilegal, informó Cáritas en un comunicado.
Durante esta Campaña de Temporeros, Cáritas ha organizado dispositivos de atención a estas personas, a las que ha acogido y dado respuesta a sus necesidades básicas, tales como alimentación, aseo personal, ropa, calzado, servicio de comedor en Valdepeñas y Tomelloso o albergue para pernoctar en Tomelloso en colaboración del ayuntamiento de esta localidad. De igual manera ha escuchado los problemas que estas personas planteaban: situaciones de abuso, de precariedad de las condiciones de trabajo, de falta de alojamiento… al tiempo que ha informado y asesorado sobre las situaciones planteadas y los recursos locales existentes.
Destacar que este año Cáritas Interparroquial de Tomelloso, ha puesto en marcha un Servicio de Orientación Laboral dirigido a temporeros y agricultores, con el que se ha pretendido informar y orientar sobre los derechos y obligaciones a los temporeros; atender y asesorar las consultas laborales, promover y en su caso facilitar el acceso a una intermediación segura; orientar y promover acciones hacia la búsqueda activa de empleo, así como informar a las cooperativas, agricultores, empresas… de la bolsa de trabajo de trabajadores temporeros por si precisaban contratar alguno. Además, este servicio ha permitido detectar casos de abusos y explotación laboral.
También este año, dice Cáritas, se ha seguido incidiendo en algunas localidades, en el trabajo conjunto de Cáritas con los ayuntamientos, Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, CC.OO., UGT, ASAJA y UPA, ya que es el único modo de ir dando pasos en la consecución de unas condiciones dignas de trabajo.
Por todo ello, esta campaña no puede considerarse sólo como un dispositivo en el que Cáritas, de forma individual o en coordinación con otras entidades, organiza la ayuda que se va a prestar a las personas temporeras que llegan, sino que también supone la implicación de otras entidades con el bienestar de estas personas y la denuncia de la situación en la que no pocas de ellas viven o los abusos que se cometen.
Este año 2017 desde Cáritas se han atendido a un total de 959 personas temporeras, casi datos similares a los del pasado año (972); de éstas sólo 51 han sido españolas. Las otras 908, han sido personas inmigrantes de 17 nacionalidades diferentes, aunque en su mayoría de Rumanía, Marruecos y Bulgaria.
El número de ayudas se ha aumentado con respecto a estos dos últimos años, habiendo prestado un total de 9.939 ayudas repartidas en: 2.509 servicios de comedor en las localidades de Tomelloso y Valdepeñas, 204 ayudas de alimentos, 4.593 de ropa y calzado, 98 ayudas económicas, 1.318 servicios de ducha, 177 ayudas en kit de higiene y aseo, 940 pernoctaciones en albergue, 85 mantas, 11 ayudas de transporte y 4 de farmacia.
Por tanto, haciendo un análisis de estos datos y tras el trabajo de las diferentes Cáritas que desarrollan la Campaña de Temporeros, desde Cáritas Diocesana de Ciudad Real, podemos constatar, que las personas atendidas han sido las que se han encontrado en una situación de mayor vulnerabilidad y en algunos casos de mayor precariedad laboral, ya que este año los voluntarios de Cáritas han seguido detectando situaciones en las que los temporeros se encontraban en viviendas con condiciones de habitabilidad deficiente, con situaciones de hacinamiento, alquileres y realquileres abusivos, viviendo en naves abandonadas sin condiciones ningunas de salubridad o incluso durmiendo en coches. Esta situación sigue agravándose año tras año, ya que el convenio del campo en la provincia de Ciudad Real no exige que el empleador proporcione alojamiento, provocando situaciones absolutamente indignas.
Además se sigue observando salarios por debajo del convenio, sobre todo cuando la persona temporera que trabaja, lo ha hecho a través de “comisionarios” que se quedan con parte del salario; trabajos sin contrato y sin alta en Seguridad Social; pago de hasta 5€ por desplazamiento al lugar de trabajo; trabajo sin descanso o altas en la Seguridad Social por el Régimen General C Jornadas Reales, donde el cómputo de días es inferior al trabajado (el hecho de cotizar las jornadas reales supone un inconveniente para poder renovar los permisos de residencia de los temporeros, así como la dificultad de acceso a prestaciones por desempleo).
En alguna de las localidades donde se ha desarrollado esta campaña se ha trabajado en coordinación con los Servicios Sociales municipales y con otras entidades locales, facilitando la intervención con los mismos, ofreciendo a las personas temporeras una serie de servicios y prestaciones lo más adaptadas posibles a sus situación y realidad. Todo ello ha favorecido la optimización de los recursos.
Por último, Cáritas da las gracias a los 171 voluntarios y 23 colaboradores, sin los cuales no hubiera sido posible el desarrollo de esta campaña.