La fiscal del caso de la presunta violación a una joven de 26 años en Valdepeñas ha pedido una condenada de 14 años de cárcel para el presunto culpable, C.A.J.S., por un delito de agresión sexual de los apartados 170 y 180.1 del Código Penal, que contempla la agravante de “trato vejatorio y degradante”.
“El dato objetivo es que hay unas lesiones desgarradoras, brutales; en base a ellas y apoyándonos en la rotunda declaración de la víctima hemos elevado a definitivas nuestras conclusiones provisionales”, ha explicado la fiscal Gema Romero al final del juicio, que ha quedado visto para sentencia este jueves ante la sección primera de la Audiencia Provincial.
El juicio, con protagonistas adultos, se ha celebrado a puerta cerrada a petición de la fiscalía “por la gravedad de los hechos”. Sin embargo la joven, que ejerce la acusación particular, ha querido estar presente en todas las sesiones, acompañada de su madre, incluida la dura prueba forense de hoy.
Una víctima “muy valiente”
“Ha sido muy valiente al negarse incluso a utilizar el biombo para no ver la cara de su presunto violador durante su testifical”, ha explicado la fiscal.
Con secuelas psicológicas desde que denunció esto, en septiembre de 2017, la chica ha roto a llorar al final de la vista al escuchar al acusado negar por enésima vez que la violó y defender su inocencia con voz de no haber roto un plato en su vida ante el tribunal, en su derecho a decir la última palabra.
El acusado, colombiano sin permiso de residencia en España y en prisión preventiva desde el 14 de septiembre de 2017 por estos hechos, ha vuelto a insistir en que la relación sexual fue consentida. Sin embargo ni la fiscal ni la acusación particular entienden cómo una relación sexual placentera y deseada por dos personas provoca las graves lesiones que sufrió la mujer.
Desgarros vaginales y anales
La denunciante presentaba graves desgarros vaginales y anales cuando fue examinada por los médicos forenses y los sanitarios que la asistieron al poco de la violación, compatibles con una agresión sexual muy dura.
En el juicio no se ha probado si el acusado introdujo algún objeto en el cuerpo de la mujer, pero no se descarta, “en cualquier caso lo evidente es que los hechos fueron brutales”, sostiene la fiscal.
Se conocieron en un salón de juegos
C.A.J.S., dos amigos suyos y la joven que lo denuncia se conocieron el 13 de septiembre de 2017 en un salón de juegos, entablaron amistad y se fueron los cuatro a casa del acusado. Estuvieron unas horas consumiendo drogas y alcohol, después se marcharon los otros y la mujer, de 26 años entonces, se quedó.
Se considera probado que cuando se quedó a solas con la joven intentó tener relaciones sexuales con ella el sofá, pero ella se opuso. Que estuviera afectada por el consumo de alcohol y drogas no significa que no supiera que no quería tener sexo con el acusado, y menos ser sometida a las prácticas sexuales que le produjeron las lesiones.
“Estaba avergonzadísima”
La chica en un primer momento ni siquiera quiso denunciar, “estaba avergonzadísima”, ha relatado la fiscal. Fue su madre la que la llevó al hospital y una vez allí se activó el protocolo de agresiones sexuales.
14 o 15 años de cárcel
C.A.J.S. se enfrenta a catorce años de prisión por estos hechos, que la acusación particular eleva a quince.
La fiscalía pide además una abultada indemnización de unos 100.000 euros y que cumpla tres cuartas partes de la condena en España, antes de ser expulsado a su país de origen.