J.F.N.M., M.L.R.M. y S.S.B., socios fundadores de la empresa Alquimia Soluciones, un proyecto de innovación empresarial auspiciado por la Universidad de Castilla-La Mancha en el vivero de empresas del Itquima en 2005, tendrán que responder la semana que viene ante la Audiencia Provincial como autores de un presunto delito de insolvencia punible.
Les acusa la fiscalía provincial que pide 4 años de prisión para ellos y casi 300.000 euros de indemnización que deberán reintegrar “a la masa de acreedores”, además de pena de veinte meses de multa y que se les condene en costas.
El caso, que hace poco se cerró en el ámbito concursal con una sentencia que declaró fortuito el concurso de acreedores con la oposición de la fiscalía, tiene este fleco penal que se dilucidará ante la sección primera de la Audiencia Provincial (del 15 al 17).
Placa al mérito regional y ejemplo de innovación
Alquimia, una empresa que llegó a ser Placa al Mérito Regional por su labor medioambiental como primera ‘spin off’ nacida en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), se creó con profesionales del sector medioambiental y universitario “con el objetivo de desarrollar la capacidad de innovación de las personas y ser un referente en la investigación aplicada para el aprovechamiento de aguas, residuos y suelos y para la obtención de energía a partir de residuos y materiales no reutilizables o reciclables”. Pero por el camino se topó con muchos obstáculos, entre ellos deudas de administraciones e incendios (el más grave en 2011).
Entremado de administración
Al parecer el problema radica en el entramado de administración de la empresa. En febrero de 2005 se constituyó con un administrador único como mercantil Alquimia Soluciones Ambientales SL, y se designó para ese cargo a la mercantil Quidam 21. Unos años después en 2008 se acordó aceptar la dimisión del administrador único Quidam y modificar el sistema de administración pasando a un consejo de administración en el que dos de los acusados eran presidente y consejero delegado. En el consejo también estaba la Caja Rural, la Agencia para la Gestión de Energía de Castilla-La Mancha y Quidam 21.
Según el escrito de conclusiones provisionales de la fiscalía, en 2012 lo que se hizo fue firmar un primer contrato entre ambas sociedades de prestación de servicios y el 25 de mayo de 2012 uno nuevo de prestación de servicios de gestión y administración entre la mercantil Alquimia Soluciones Ambientales S.L, representada y la mercantil Quidam 21 que tenía por objeto la prestación por parte de Quidam 21 de servicios de gestión y administración empresarial incluyendo cualesquiera servicio y actividades relacionadas con la administración interna y representación de Alquimia Soluciones Ambientales frente a terceros.
Fin defraudatorio
“Tal es así que con fecha de 28 de junio de 2012 Alquimia Soluciones Ambientales remitió una carta a uno de sus clientes, concretamente a Asua Products S.A, comunicándole el nuevo contrato suscrito con Quídam 21 haciendo constar que los servicios de Gestión de Residuos y Consultarla Ambiental seguirán siendo prestados por Alquimia”. De esta forma la facturación de dichos servicios y la gestión de cobro de los mismos correspondía a Quidam a partir de junio de 2012, “produciéndose en consecuencia una confusión entre ambas empresas, y del uso de la mercantil Quidam 21 como efecto defraudatorio”, asevera la fiscalía, que considera que a través de estos contratos se generó una facturación de Quidam frente Alquimia “que contribuyó a agravar la situación de insolvencia de la mercantil tanto con carácter previo a la solicitud de concurso como con posterioridad al mismo”.
La declaración de concurso de acreedores voluntario se presentó en mayo de 2012.