Belén Rodríguez
Ciudad Real
Franco ha dejado se ser alcalde honorífico de Socuéllamos. El Ayuntamiento en pleno adoptó por unanimidad el jueves la decisión de revocar ese nombramiento, en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, un primer paso hacia la retirada todal de todos los símbolos franquistas que aún perviven en la localidad. “Celebramos que en Socuéllamos haya comenzado por fin la Transición, como dicen algunos”, asegura Elena García Zalve, portavoz del grupo socialista en la oposición, que considera que “la historia se tiene que estudiar en los libros, no en las calles”.
Con más de 13.000 habitantes, Socuéllamos es un caso único en la provincia por su tamaño y el número de calles que, más de cuarenta años después de la muerte del dictador, todavía dedica a los vencedores de la Guerra Civil de 1936, dieciséis según García Zalve, una de ellas la controvertida “Generalísimo”, de las más céntricas.
La socialista, que ocupó la alcaldía entre mayo 2015 y marzo de 2016 (la única concejal de UPYD, clave para romper el empate de concejales entre PP y PSOE le retiró su apoyo inicial y se lo dio a la actual alcaldesa del PP Pruden Medina), asegura que su equipo sólo tuvo tiempo de retirar una placa del Ayuntamiento en la que se hacía alusión a Franco, “aunque hemos planteado en otras ocasiones mociones en este sentido pero los gobernantes del PP, con sus mayorías absolutas, no nos hicieron ni caso”.
El cambio lo ha propiciado una petición, la del abogado Eduardo Ranz, vinculado a la Asociación de la Memoria Histórica, que hace dos años empezó su particular lucha para lograr que ayuntamientos y otras instituciones cumplan la Ley de la Memoria Histórica del año 2007 que obliga a retirar los vestigios del franquismo.
Ranz presentó en agosto su petición al Consistorio de Socuéllamos, como ha hecho en otros cuatrocientos casos, que le respondió en octubre, con lo cuál no ha sido necesario acudir a los tribunales.
Su petición ha propiciado además la creación de una Comisión de la Memoria Histórica que pretende cambiar los nombres, -en muchos casos restituirlos por los antiguos y tradicionales-, de las calles dedicadas a los vencedores de la guerra.
En este año
“A nosotros nos gustaría que todo este proceso culmine este año, ya se han celebrado cinco o seis reuniones. Lo del jueves ha sido un primer paso”, dice García Zalve que recalca que no hay que darle más importancia a este asunto de la que tiene, “las leyes están para cumplirlas y Socuéllamos en este caso de la Memoria Histórica la incumple claramente”.
Eduardo Ranz tiene dos contenciosos con el Ayuntamiento de Llanos
Eduardo Ranz, el abogado que se ha tomado como algo personal que se cumpla la Ley de Memoria Histórica y se retiren los vestigios franquistas de las calles españolas, ha hecho varias peticiones en Ciudad Real, con desigual resultado, dentro de las cuatrocientas que ha formulado en toda España.
El caso de Socuéllamos, en agosto, destaca porque ha respondido de forma positiva y no ha sido necesario interpone denuncia. También ha hecho algo parecido el Ayuntamiento de Villanueva de San Carlos, mientras que espera contestación del de San Lorenzo de Calatrava, que mantiene una calle Calvo Sotelo y otra José Antonio.
En cuanto a denuncias según explica tiene dos contenciosos abiertos con el Ayuntamiento de Llanos del Caudillo, el primero por el nombre y el segundo por el catálogo de calles.
“La ley obliga primero a formular una petición y después, si la respuesta es negativa, a plantear un recurso contencioso”, explica. Así de 400 peticiones formuladas en toda España unas cincuenta han terminado en denuncia judicial.