La hostelería de la provincia de Ciudad Real se muestra muy satisfecha de que el Gobierno central relajase el pasado viernes las medidas de desconfinamiento y permitiera en los municipios de menos de 10.000 habitantes abrir el interior de bares y restaurantes al 40%, lo que ha repercutido positivamente en las ventas del fin de semana. Una medida que, además, este mismo martes ha ampliado el Gobierno de Castilla-La Mancha permitiendo que los establecimientos hosteleros de estos municipios puedan ampliar la ocupación máxima hasta el 50%.
“La decisión del Gobierno de España primero y, después, la del de Castilla-La Mancha de permitir la apertura interior de los locales está haciendo que esta semana se estén animando muchos hosteleros a abrir de nuevo sus establecimientos, ya que la gran mayoría veían insostenible subsistir solo con el 50% de las terrazas”, destaca la gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Ciudad Real, Cristina Miranda, en declaraciones a Lanza.
La posibilidad de abrir el interior de sus locales, aunque todavía sin que los clientes puedan utilizar la barra, ha animado a muchos hosteleros de la provincia a “animarse un poco más” y comenzar a abrir sus negocios. “Es cierto que esta medida deja fuera a grandes núcleos poblacionales como la capital, Puertollano, Alcázar, Tomelloso, Valdepeñas, Daimiel, Manzanares… pero 93 de las 105 localidades con las que cuenta Ciudad Real tienen menos de 10.000 habitantes y sus hosteleros están bastante satisfechos con esta decisión”, señala Miranda.
En cuanto a números, desde la Asociación Provincial de Hostelería aún no manejan la cifra de hosteleros que han reabierto en la fase 1, aunque aseguran que “la gran mayoría” está reservándose para la fase 2 y la fase 3, sobre todo en los municipios de más de 10.000 habitantes donde aún no se les permite abrir el interior del establecimiento al público.
Los pequeños bares y tabernas deberán apurar hasta el final
A pesar de estas medidas, que benefician a gran parte de la hostelería, existen ciertos negocios hosteleros, como los pequeños bares y tabernas, que deberán esperar hasta el final para abrir. Bares estrechos y alargados, de toda la vida, con largas barras y sin mesas, que tendrán que esperar, como mínimo, hasta la fase 3 para poder abrir.
“La situación actual está perjudicando a todo el sector, pero hay determinados establecimientos que están más perjudicados que otros”, lamentan desde el sector de la hostelería.
“No somos policías: la gente debe actuar con sentido común”
Respecto a los incumplimientos por parte de la ciudadanía a la hora de ocupar las terrazas de los bares, desde la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería defienden a sus asociados asegurando que “todos saben de pe a pa cómo tienen que actuar” y achacan el problema a “los clientes que no saben comportarse”.
“La gente debe actuar con sentido común, porque los hosteleros no somos policías y no tenemos que estar diciendo a nuestros clientes cómo deben de comportarse”, señala Miranda, al tiempo que destaca que los incumplimientos por parte de la clientela “nunca pueden ser responsabilidad del empreario”. Por ello, desde la Asociación Provincial de Hostelería han recomendado a todos sus asociados que llamen a la policía en caso de que haya personas que incumplan las normas. “lo que no puede ser es que por el incumplimiento de un tercero el empresario salga perjudicado”, asevera.
