La Iglesia de Ciudad Real afronta 2023 con el objetivo de seguir la “evangelización de la familia”, como transmisora de valores cristianos que se siguen perdiendo. Y dentro de ese proyecto potenciar o crear donde no existan los grupos parroquiales de matrimonios jóvenes.
“Mucha parejas de novios fracasan incluso después de años de convivencia porque no han aprovechado ese tiempo para conocerse, ni hay detrás un planteamiento cristiano”, asegura el obispo Gerardo Melgar, que lleva años trabajando con un grupo de matrimonios online “promoviendo el diálogo y la comunicación”. En estos momentos existen grupos en parroquias de Campo de Criptana y la intención del obispado es potenciarlos en el resto de la provincia.
“El año pasado hicimos un proyecto de acompañar a la familia en todas la etapas, ahora estamos centrados en acompañar a los padres en la experiencia del bautismo de sus hijos, tenemos muchos bautizados pero pocos evangelizados”, ha contado el obispo que ha compartido un desayuno navideño con la prensa.
La Iglesia también quiere salir de su ambiente y estar «en esos lugares en los que Dios brilla por su ausencia, por eso consideramos crucial la evangelización de la familia», ha remarcado.

La casa sacerdotal será la residencia de 40 curas
El obispado de Ciudad Real también anda inmerso este año en las obras de construcción de una nueva casa sacerdotal como residencia de sacerdotes retirados del sacerdocio activo. La obra, que se construye al lado del seminario y comenzó en julio, avanza “con ciertas dificultades”, no obstante el plazo de ejecución es de veintiséis meses.
La residencia de sacerdotes tendrá capacidad para cuarenta personas, “ahora mismo la llenaríamos”, y posibilidades de ampliación a diez personas más. “Los sacerdotes son personas que con sus fallos y sus defectos, han renunciado a la familia para entregar su vida por los demás, por eso este proyecto es tan importante”, ha remarcado Melgar.