La inteligencia artificial ha revolucionado en las últimas semanas los noticiarios, las redes sociales y hasta las mentes. ChatGPT tiene respuesta para todo y escribe de forma coherente hasta tal punto que parece que la máquina ha sustituido ya al ser humano.
En plena precampaña electoral por las elecciones municipales y autonómicas de 28 de mayo, Lanza se ha atrevido a hacer un experimento. Este lunes termina el plazo para presentar las candidaturas y ahora empezará la presentación de programas.
Éste es el mejor momento para preguntar a la inteligencia artificial cuáles deberían ser las claves que marquen la campaña en Ciudad Real, como provincia de interior en la España rural. Hay resultados llamativos.
Empieza la ronda de preguntas
“Un programa electoral debe incluir una serie de claves que reflejen las necesidades y demandas de la ciudadanía a la que se dirige”, advierte nada más empezar la ronda de preguntas la inteligencia artificial.
Pronto enumera. En la España rural, las medidas propuestas tienen que ver con “la creación de empleo y el apoyo a las empresas locales”, el “acceso a servicios públicos”, el “desarrollo de infraestructuras”, la “protección del medio ambiente y el patrimonio cultural”, y la “participación ciudadana”.
Pero es que, la maquina además va a lo concreto. En Ciudad Real, “la tasa de desempleo es superior a la media nacional”, y por lo tanto “los políticos deberían incluir medidas concretas para fomentar el empleo y el emprendimiento” en sectores como “el turismo, la agricultura y la ganadería”.
ChatGPT tampoco se olvida de los servicios públicos, pues en las zonas rurales las administraciones tienen que “garantizar el acceso equitativo a la educación y la atención sanitaria”. Ni pasa por alto la mejora de las infraestructuras, carreteras, transporte público y telecomunicaciones.
ChatGPT insiste en el fomento de la participación ciudadana en el mundo rural

Dos líneas interesantes. La pantalla indica que los programas electorales tienen que tener en cuenta que “Ciudad real cuenta con un rico patrimonio natural y cultural que debe ser protegido y preservado”, por lo que los políticos deberían incluir medidas “para fomentar el turismo sostenible y el desarrollo rural”.
La siguiente propuesta resulta curiosa, pues desde el boom que despertó el 15-M prácticamente no se habla de ella: la participación ciudadana. ChatGPT insiste en ella, porque “especialmente en las zonas rurales puede ser más difícil acceder a la información y participar en las decisiones”.
Al preguntarle por este tema, la inteligencia artificial responde que se refiere en concreto a que los programas incorporen “consultas ciudadanas, presupuestos participativos, consejos y comisiones de participación ciudadana, medidas de transparencia y acceso a la información, y promoción de la educación cívica”.
También sabe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, porque entre los sectores que apunta como “emergentes” está “la economía verde, la economía circular y la economía social”. Y subraya que “es importante que los políticos trabajen en conjunto con el sector empresarial y la sociedad civil”.
Lo que necesitan Ciudad Real, Puertollano, Alcázar y Horcajo de los Montes

La entrevista avanza hacia lo local y Lanza pregunta por políticas públicas que necesitan algunos de los municipios de la provincia, desde la capital a las poblaciones más pequeñas de Ciudad Real.
ChatGPT señala que Ciudad Real capital necesita mejorar la red de transporte público, “especialmente en lo que se refiere a la frecuencia y la puntualidad de los autobuses urbanos”, además de invertir en infraestructuras educativas, como en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
Dependiente “históricamente de la industria del carbón y el petróleo”, Puertollano necesita “diversificar” su economía y mejorar las infraestructuras viarias, para conseguir “una movilidad segura y fluida” para los ciudadanos y el transporte de mercancías.
Pese a las inversiones realizadas en los últimos años, la inteligencia artificial defiende también más recursos para mejorar “aceras, calles y plazas en Manzanares”, y para crear nuevas infraestructuras deportivas en Alcázar de San Juan.
Para Horcajo de los Montes, ChatGPT habla de programas electorales que incluyan mejoras en los caminos rurales y más promoción de sus recursos turísticos. Mientras, en Torrenueva señala que hay que “modernizar” la red de saneamiento.
Cuidado con las “generalizaciones”
El ordenador no sorprende al explicar que “es probable que haya diferencias significativas” entre los programas electorales de los candidatos de izquierdas y derechas. Los primeros apostarán por “reducir la desigual social”, mientras que los segundos pondrán énfasis “en políticas que favorezcan el crecimiento económico”.
Eso sí, ChatGPT avisa por dos ocasiones que éstas son “generalizaciones” y que “no todos los partidos de derechas o izquierdas comparten exactamente las mismas políticas o prioridades”. “Los ciudadanos deben informarse sobre las propuestas de cada partido”, advierte.
Las características de los candidatos: empatía y liderazgo
Empatía, conocimiento de los problemas locales, liderazgo y compromiso con la comunidad. Esas son algunas de las características que deberían reunir las personas que formen parte de las listas en las elecciones del 28-M.
Así pues, la IA considera que los candidatos deben estar al día en temas como la despoblación y el envejecimiento demográfico, además de tener “capacidad de escucha”, clave “para establecer una conexión y ganar la confianza de la población local”.
También valora la capacidad para trabajar en equipo, colaborar “con otros líderes y organizaciones locales”, avanzar en el desarrollo rural, y “tener un historial de trabajo en la región rural”. Sin duda, tienen tarea.
Detrás de la inteligencia artificial: la máquina no empatiza, “solo encuentra palabras que encajan”

La entrevista resulta repetitiva en algunos casos, en lo referente a las necesidades concretas de los municipios habría que contrastar con otras fuentes, pero en general las respuestas tienen que ver con temas de actualidad y desafíos que están sobre la mesa.
Entonces, ¿la inteligencia artificial puede sustituir al ser humano y es una fuente fiable? Adrián Blasco, experto en tecnología, vierte luz en el asunto.
“La inteligencia artificial no es inteligencia como tal, sino un algoritmo. ChatGPT, Bing y el resto de modelos de lenguaje que se están desarrollando ahora son básicamente expertos conversadores”, explica.
Esto no quiere decir que entiendan de que se habla, sino que “desarrollan procesos a través de los que encuentran las palabras necesarias para responder a la pregunta que tú has hecho”.
Más sencillo. Blasco explica que no es que los ordenadores entiendan las preguntas, sino que en función del entrenamiento que han recibido leyendo millones y millones de textos, son perfectos para encontrar las palabras que mejor encajen con la pregunta”.
Las personas tienen a “humanizar todo lo que les rodea”, les gusta sentirse ·escuchados y comprendidos” al iniciar una charla, pero la inteligencia “no nos comprende, ni empatiza con nosotros”, insiste, sino que “hace muy bien el trabajo de enlazar palabras con sentido”.
Un ejemplo para comprenderlo, señala Blasco, es el de la ‘Caja china’. Un hombre rodeado de libros espera dentro de una caja cerrada con dos ventas. Por una de ellas le entran mensajes en chino y por la otra saca la traducción en japonés. Pero él no tiene ni idea, solo utiliza libros para trasladar los sinogramas chinos en kanjis japoneses.
Las respuestas pueden servir “para inspirarnos”, pero no es “conocimiento real”
“En el futuro, la cantidad de datos con la que serán entrenados los modelos de lenguaje será aún mayor y sus respuestas cada vez más acertadas y válidas, y, por tanto, más indistinguibles de los humanos”, reconoce Adrián Blasco, pero repite que no hay que olvidar que la inteligencia artificial “no trabaja con hechos, sino con palabras estadísticamente probables”.
Así pues, al responder las preguntas sobre los programas electorales, ChatGPT consulta la información con la que ha sido entrenado y responde en consecuencia. Y hay que tener en cuenta que al incluir palabras como “rural”, Lanza encauza y condiciona la conversación.
La versión actual de la inteligencia artificial no tiene acceso a Internet, solo a los datos que había cuando fue entrenado, aunque se están creando nuevas versiones capaces de tener actualizados.
La conclusión es que, según explica Adrián Blasco, las respuestas pueden servir “para inspirarnos”, pueden utilizarse para “facilitar nuestro trabajo”, señala el experto, pero nunca ser consideradas como “conocimiento real”.
Conversación completa con Chat GPT sobre el 28-M