La isla del Pan, el itinerario de pasarelas más popular del parque nacional de las Tablas de Daimiel, reabre al público este jueves 8 de diciembre, en la recta final del ‘superpuente’ de la Constitución y la Inmaculada, cuando se prevé más movimiento de turismo en Castilla-La Mancha.
La ruta permanecía cerrada desde finales del mes de julio, para someterse a una restauración ambiental acometida en unas Tablas de Daimiel en horas bajas, por la suma de sequía prolongada (ya para nueve años) y el problema crónico de la sobreexplotación de las aguas subterráneas del Alto Guadiana.
El agua, más protagonista
El humedal, que este verano ha recibido un trasvase extraordinario del Tajo aprovechando las pruebas de las obras de la Tubería Manchega, tiene poca agua (125 a mediados de noviembre), pero la que tiene es más protagonista que nunca en esta senda de la isla del Pan, sometida a una restauración para retirar lodos y vegetación impropia, no exenta de críticas, de los representantes de los grupos ecologistas locales en el patronato del parque. La restauración ha culminado con la aportación de aguas de la batería de pozos que tiene el parque, para que al menos está zona mantenga una mínima lámina, que es la que se puede ver estos días.
“Tenemos estimaciones que nos dicen que en diez años la vegetación se habría comido hasta las pasarelas si no la retiramos”, contó a Lanza este verano el director de parque nacional Carlos Ruiz de la Hermosa, en una visita a las obras que han dejado impactantes imágenes en el humedal, con camiones y excavadoras trabajando en el vaso lagunar.
Desde este jueves se puede ver cómo ha quedado
Desde este jueves el público podrá valorar cómo ha quedado, a falta de retoques relativos a la reposición de las pasarelas de madera (no ha finalizado) y la recuperación de las islitas de masiega que deberían ser la única vegetación en las Tablas.
Restauración basada en un estudio del CSIC
El proyecto está basado en un estudio elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en 2021 e informado favorablemente en el pleno del patronato del parque nacional del 14 de diciembre, hace un año. También está recogida en el plan rector de uso y gestión del parque nacional y se está financiando con los fondos de recuperación europeos Next Generation.
El moco del pantano y los malos olores
Otro de los objetivos de la restauración era acabar con la materia orgánica en descomposición en el agua que en estos años de prolongados periodos secos con pocos húmedos, ha incrementado el grosor del sedimento y los nutrientes (fósforo y nitrato), lo que ha hecho proliferar unas algas filamentosas conocidas en Norteamérica como ‘moco del pantano’ responsables de los malos olores y el escaso crecimiento de plantas subacuáticas características del humedal.
Las Tablas, cincuenta años de parque nacional en 2023
En agosto Ruiz de la Hermosa explicó que una actuación de este tipo no es lo deseable, pero sí imprescindible para no tirar la toalla e impedir que siga la degradación irreversible del humedal, que el año que viene cumple cincuenta años. “Nos hemos visto obligados a intervenir para retirar toda esa vegetación superficial, los sedimentos contaminados, y restaurar el ecosistema. Nuestra idea es aproximarnos a una situación que nos marcan las fotos aéreas antiguas de cómo era esta laguna, toda libre de vegetación a excepción de las islitas de masiega”.
En fases posteriores a esta, que se puede apreciar desde hoy, se harán plantaciones de masiega (las Tablas eran el principal masegar de Europa).
La restauración de la isla del Pan afecta al 0,3% del parque
La restauración de la isla del Pan ha sido “una actuación puntual”, que solo afecta el 0,3 por ciento del vaso lagunar del parque, similar a otras restauraciones de humedales que se han hecho en comunidades como Galicia, con el beneplácito allí de las organizaciones ecologistas que lo han criticado en Daimiel, “nosotros no estamos inventando nada, es lo que se hace en otros humedales”, insiste el director del parque.
Aprovechando la restauración ambiental el parque le ha dado una vuelta completa a las pasarelas, los observatorios e infraestructuras de uso público como el nuevo aparcamiento, remodelado el año pasado.
La inundación de la isla del Pan que verán desde este jueves quienes vayan al parque se ha hecho con aguas subterráneas, de la batería de pozos que dispone el parque, en la zona de la masa de agua subterránea Mancha Occidental I (uno de las tres masas centrales del conocido antes como acuífero 23). La suelta de agua para recuperar una mínima lámina permanente se hizo la última semana de noviembre.