Los miembros de la Mancomunidad Valle del Bullaque, constituida por los ayuntamientos de Retuerta del Bullaque, Pueblonuevo del Bullaque, El Torno, El Robledo, Porzuna, Piedrabuena y Luciana, han encargado un proyecto para acabar con la elevada turbidez del agua que sale del grifo desde hace varias semanas, tras las últimas lluvias.
Se trata de un proyecto técnico pendiente de valoración económica y con un desarrollo a largo plazo que pretende mejorar los sistemas de filtrado de la potabilizadora instalada en el pantano de la Torre de Abraham, de donde se abastecen los 12.000 ciudadanos de la comarca del Bullaque, y cientos de otros municipios de la Mancomunidad de Cabañeros como Fontanarejo, Navalpino y Horcajo de los Montes.
Es una de las medidas que los alcaldes de la zona han tomado para acabar con el color parduzco que tiene el agua para el consumo, debido a los restos de tierra arrastrados por los abundantes caudales de febrero y marzo, fechas desde cuando los responsables municipales se empezaron a movilizar “para buscar una solución”, asegura el primer edil de Piedrabuena, José Luis Cabezas.
“No es agradable para nadie, reconoce, ni tampoco para mí abrir el grifo y ver el agua turbia, aunque es potable y cumple con todas las garantías para el consumo”.
“Es un problema general que en 15 años no ha ocurrido, explica Cabezas, originado por la suma de dos factores”: unas instalaciones insuficientes y los voluminosos torrentes de agua registrados en el pantano y en los equipos de abastecimiento.
Al parecer, la obra de la planta potabilizadora que construyó la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) en 1995 “no fue montada adecuadamente y tiene unos filtros incapaces de filtrar la turbidez en los momentos de lluvias abundantes”.
Dicha instalación sigue financiándose a través de un canon que pagan los ayuntamientos y que, a su vez, repercuten en los consumidores.
Por ello, entre las medidas que manejan los alcaldes de la Mancomunidad del Valle del Bullaque están solicitar a la CHG la mejora de la planta, además de pedir ayuda económica a las distintas administraciones regional y nacional para llevar a cabo el proyecto que los técnicos están diseñando, centrado en la mejora de los procesos de filtrado y en el establecimiento de sistemas de decantación.
También están en continuo contacto con Sanidad, cuyo personal está haciendo análisis periódicos sobre la calidad del agua, que es potable.
En Piedrabuena, casi solucionado
En el caso de Piedrabuena el problema “está casi solucionado”, sostiene su alcalde, al haber puesto en funcionamiento pozos públicos antiguos, a través de potentes bombas, para el llenado de los depósitos de abastecimiento de agua potable del municipio. “Vamos a poner bombas nuevas”, avanza el primer edil piedrabuenero.
Así, según Cabezas, hay barriadas del pueblo “con el agua limpia desde hace días”, mientras que en otras todavía sigue saliendo con turbidez el líquido de los grifos, por lo que con la mezcla de las aguas espera que “en pocas fechas se acaben los problemas”.
Sobre la gestión del servicio del agua por Aquona, Cabezas dice que la empresa “se ha dormido en los 10 primeros días”, pues no ha buscado “soluciones alternativas”.