Con motivo de la Feria y Fiestas de Daimiel en honor a la Virgen de las Cruces, la imagen de la patrona realizó ayer el tradicional traslado desde su santuario a la localidad a las siete y media de la mañana. Portada por 50 mozos, divididos en 12 relevos, la comitiva de portadores hizo acto de presencia alrededor de las nueve, donde multitud de fieles se acercaron para adorar a la Virgen, rezarle y plasmar el momento con algunas instantáneas.
Tras un breve descanso, la imagen de la patrona echaba a andar a paso de procesión bajo los acordes de la Banda Municipal de Música, para llegar hasta la ermita del Cristo de la Luz, en compañía de cientos de ciudadanos, entre ellos, el alcalde, Leopoldo Sierra, además de los hermanos mayores y el presidente de la hermandad, Paulino García de la Camacha.
A los pies del templo, la Virgen era alzada por los mozos al grito popular de ‘Viva la Virgen de las Cruces’ y con el himno que identifica a la patrona de Daimiel. El presidente calificó de “emocionante” el traslado de la imagen, ya que, confirmaba, “han sido muchos los que se han acercado para acompañarla en este día”. También valoró “el mérito” de los jóvenes que han portado a la Virgen a hombros.
Por su parte, el alcalde de la localidad agradeció también a los mozos su participación y sobre todo destacó el incremento de participantes. El primer edil confía en que durante las próximas semanas “todos disfrutemos de la estancia de la Virgen” en la ciudad.
La mañana finalizó con el rezo de la salve y una misa en ‘El Cristo’, donde permanecería hasta que por la tarde, a partir de las ocho y media, la imagen se trasladara en procesión a la iglesia de Santa María La Mayor, donde estará hasta el 12 de septiembre.