Con motivo de la conmemoración el jueves día 6 de la fecha de fundación hace 100 años de la Muy Ilustre y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza de Valdepeñas, el templo de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora acogió la misa del inicio del centenario.
Dado el carácter extraordinario de la misma, se efectuó el traslado de la imagen de Nuestro Padre Jesús Caído, desde la capilla del tanatorio “Nuestra Señora de Los Llanos”, que es donde se venera, hasta el Altar Mayor de la parroquia de la Asunción en donde está erigida canónicamente esta Corporación Penitencial, significando un hecho histórico, pues es la primera vez que se ha podido ver en tan destacado lugar la talla en madera de la escuela sevillana que la Cofradía adquirió en el año 1992, en sustitución del paso de misterio que fue destruido en el año 1936.
En la misa participarán tanto en sus moniciones, lecturas y oraciones, distintos componentes de la Junta de Gobierno, con su hermano mayor Tomás Muñoz al frente. Solemnizaron la misa con la entonación del salmo y cánticos religiosos Óscar Martín y al órgano estuvo Marcos Nájera.
En la monición de entrada, el secretario general, Ángel López, recordó que la primera acta de la fundación de la Cofradía data del 6 de enero de 1916, y se tuvo un recuerdo a los hermanos desaparecidos. En la monición final se hizo hincapié de que los hermanos y hermanas de la Cofradía den testimonio de fe, y se pidió la protección de Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza.
El cura párroco y consiliario, Enrique Galán, basó su homilía en dos aspectos, en el de la celebración de la Epifanía del Señor, en cuya fiesta –dijo- “celebramos el amor de Dios que se revela a todos los hombres”, y también aludió a la conmemoración del centenario y recordó la definición que hizo el Papa Emérito Benedicto XVI cuando manifestó que las cofradías y hermandades son “Escuelas de Fe”. Instó a los hermanos a celebrar este centenario dando testimonio de fe y recordó que las cofradías son asociaciones de fieles que tienen que dar ejemplo bajo el signo de la evangelización y la solidaridad, a parte de otros aspectos que por su idiosincrasia lleven a cabo.
Finalizado el oficio religioso, se procedió al besamanos y le fue entregada a los numerosos asistentes una cartulina conmemorativa que recoge la fotografía del antiguo paso de misterio de principios del siglo pasado y del actual.
La Cofradía dará a conocer el programa de actos conmemorativos cuando determine a través de su Junta de Gobierno y el consiliario.
