La Parroquia de San Antonio obligada a endurecer sus medidas de seguridad

“Que los amigos de lo ajeno queden disuadidos ante las medidas que se han puesto” en la Parroquia de San Antonio, afirma Alfonso Morejudo, párroco de la misma. Y es que, ante la oleada de robos que se han ido registrando en esta parroquia en los últimos años ha hecho que se tengan que tomar medidas excepcionales para “poner más difícil” el acceso a esta iglesia puertollanense.
   Los vitrales con los que cuenta esta parroquia hacen que, tras la rotura de los mismos, fuera fácil el acceso al templo y aunque los robos registrados fueran de escasa cuantía sí que se tuvo en cuenta el hecho de que en este pasado mes de diciembre se robaran mil euros en participaciones de lotería. Más allá de las cuantías relacionadas con estos robos sí que aumentaba que los destrozos en este edificio fueses sustanciosos.
   Morejudo explica que años atrás una Noche de Reyes accedieron al templo y solo se llevaron caramelos y destrozaron los juguetes que estaban reservados para los monaguillos.
   Para evitar estos robos, el párroco de San Antonio ha puesto rejas en cada una de las ventanas y accesos al templo y poner así, más difícil, poder entrar a robar una vez más.
   Aunque son medidas excepcionales que se han tenido que llevar a cabo ante la oleada de robos que se estaban registrando, sí que se ha tenido en cuenta que estéticamente esté a tono con el estilo moderno de esta iglesia, siguiendo además las formas primitivas del campanario de esta iglesia y poder dar así una imagen homogénea al templo.
   “No me gusta hacer estas cosas, pero no hay más remedio que hacerlo”, especifica Morejudo, quien además aclara que en los lampadarios se han dejado las llaves puestas para que los ladrones no los rompan, “nos cuesta menos que se lleven el dinero que tener que realizar luego las reparaciones”.