“Casi se me revienta el corazón de emoción”, así se expresaba una villartera justo al acabar los 70 segundos que duró la Operación 2.000, desde el mirador de la Iglesia vieja de Villarta de San Juan, donde un año más devoción, religiosidad y pólvora se volvieron a dar la mano en el día grande de la festividad de la Virgen de la Paz, Las Paces, fiesta declarada de Interés Turístico Regional en Castilla-La Mancha. Un total de 27 peñas coheteras abrieron ayer la procesión, en donde se estima que tiraron unas 15.000 docenas de cohetes durante más de 5 horas y media.
Los villarteros vivieron intensamente su día más esperado en este martes fresco y soleado que permitió que los actos lucieran de forma especial, debido también, y sobre todo, a la buena organización. Esta edición fue la primera como Manifestación Festiva de Carácter religioso, cultural o tradicional, con uso de pirotécnica a celebrar en Castilla-La Mancha, tras la declaración como tal por el DOCM el pasado 16 de mayo de 2016.
Esto ha supuesto que el recorrido procesional ha estado más controlado para las peñas por la Asociación de Peñas Coheteras y la Asociación Operación 2000, bajo la supervisión de la Policía Local, de manera que las más de 300 personas iban acreditadas para tal función.
La alcaldesa villartera, Felicia Bascuñana, se felicitó por la multitud de visitantes que desde el fin de semana ha registrado la localidad. Ensalzó el trabajo de peñas y deseó “mucha paz, salud y prosperidad para todos, que se cumplan los deseos de todos”.