J. Y.
Ciudad Real
Campo de Montiel, Campo de Calatrava, Montes Norte y La Mancha ciudarrealeña, las cuatro comarcas productoras de aceite de oliva de la provincia se quedarán muy por debajo de las 40.000 toneladas de media por campaña que registra la provincia, debido a los efectos de la seca climatología registrada en el cuajado de la flor y por el fenómeno de la vecería.
Menos volumen pero máxima calidad para un producto tradicional en Ciudad Real que cada vez tiene más presencia en los mercados exteriores, a través de nuevas plataformas comercializadoras.
Si la campaña precedente cerró con cerca de 67.000 toneladas de aceite, a medio camino sobre las 45.000 de la cosecha 2011-2012, este año estará más cerca de las 20.000 registradas hace dos años, cuando los resultados también fueron menores.
No obstante, según diversas fuentes del sector consultadas, aunque la recolección podría caer hasta en un 80 por ciento en algunas zonas de Ciudad Real, la provincia seguirá encabezando casi la mitad de la producción de aceite de oliva de la región, que elaborará en sus 80 almazaras y cooperativas, seguida de Toledo con un porcentaje similar, mientras que Albacete, Cuenca y Guadalajara completarán el otro casi 20% de la cosecha.
Adelantada
Este lunes 3 de noviembre se empieza a generalizar la recogida de aceituna de la variedad picual, pero ya hay oleicultores en la provincia que han iniciado la recolección de arbequina, aunque sea la cornicabra (más retrasada) la más extendida en Ciudad Real.
Gregorio Gómez, portavoz de la Sectorial de Aceite de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, confirmó el adelanto de la campaña por el buen nivel de madurez del fruto del olivo ante la escasez de precipitaciones durante la primavera y con un verano con temperaturas muy suaves, así como cifró en un 70% la bajada de volumen (tanto en la comunidad autónoma como en la provincia de Ciudad Real) con respecto al año pasado, con 155 millones de kilos de aceituna en Castilla-La Mancha y “700.000 toneladas como mucho a nivel nacional”.
Destacó “los buenos rendimientos” de la aceituna y “la alta calidad” del aceite, una relación que se tiene que trasladar, a su juicio, a los mercados para que los precios se mantengan o suban. “Es difícil que bajen porque hay más oferta que demanda”, explicó, una posición que garantizaría cotizaciones “dignas” para los oleicultores.
Al parecer, el nivel de existencias “no es alto”, dado que aunque España repuntó en la pasada campaña su producción, al igual que ocurrió en países como Portugal o Marruecos, otros estados de tradición oelícola como Grecia, Túnez o Turquía vieron bastante mermada la producción de aceite, por lo que el escenario comercializador de aceite español de cara al próximo año 2015 es óptimo para aumentar la rentabilidad de productores y elaboradores.
Pero también advierten de que una reducción drástica de la producción será buena para los agricultores que cubrirán gastos de producción, si bien podría ser contraproducente porque “se puede convertir en un artículo de lujo, y de esa manera podría contraerse su consumo”.
Fusiones
Gregorio Gómez, portavoz de la Sectorial de Aceite de Cooperativas Agroalimentarias, defendió hace unos días la necesidad de concentración del sector del aceite para la comercialización. Gómez explicó que en el mundo de las cooperativas y de la comercialización “es necesario agruparse, ya no se puede trabajar de manera unitaria y aislada como se hacía antiguamente con cooperativas únicas; ahora resulta necesario unirnos entre nosotros para poder trabajar más y mejor, así como afrontar retos mayores y más complejos”.
“Es muy importante trabajar la comunicación y la promoción de nuestros productos, tanto dentro como fuera de España y en materia se están dando grandes pasos”, dijo.
Belén Valenzuela, responsable de Comercialización, Márketing y Comunicación del grupo ‘Montes Norte’ (con diez cooperativas de vino y otras tantas almazaras) también se mostró convencida de que la forma de competir en el sector agroalimentario sea a través “de la dimensión”. “Es nuestra filosofía de trabajo y en 25 años hemos hecho ocho procesos de fusión y quince procesos de integración”, agregó. Sostuvo que en el área de vinos “estaríamos encantados de participar en un grupo que se impulsara en La Mancha porque es donde más viñedo hay”.
Pablo Vivar presidente de l cooperativa Campo de Montiel, dijo que en la asamblea del grupo han estudiado fórmulas de integración en la Dcoop, la compañía andaluza que acaba de fusionarse con el grupo de vinos Baco. “Ellos nos lo plantearon, aunque no se daban las condiciones”, anunció.
Gregorio López de Lerma, de Colival, se mostró igualmente a favor de crear dimensión. “Ser más fuerte es positivo para el sector”, indicó y agregó que “habrá que abordarlo”.