Organizada por el Área de Fundamentos del Análisis Económico y el grupo de investigación Economía Internacional e Integración Económica, la profesora Jing Zhou aseguraba a preguntas de este digital que la inversión china en empresas extranjeras “no puede reducirse de repente” por el impacto que está provocando el coronavirus en numerosos países, un impacto que va más allá de una crisis de salud pública al salpicar a la economía de muchos países como ha ocurrido en España con el cierre del Mobile en Barcelona y le está empezando a ocurrir a Italia con las cancelaciones de reservas turísticas.
“No creo que afectará mucho, porque la inversión es a largo plazo. La inversión realizada en las fábricas no puede reducirse de repente. No obstante, creo que el comercio entre China y otros países sí se verá afectado porque muchas empresas están cerradas y ello repercute sobre la producción”, aseguraba minutos antes de pronunciar su conferencia en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del campus de Ciudad Real.
Inversiones chinas y las tendencias de futuro
La profesora china, que lleva en España desde el pasado mes de mayo, habló a los estudiantes sobre las inversiones extranjeras directas de China en Latino América y las tendencias de futuro sobre todo en Sudáfrica, a través de la nueva Ruta de la Seda, donde se esperan resultados positivos al igual que en Brasil, Argentina, Perú y Colombia, países en los que el coloso asiático ha invertido en minería, energías alternativas y gas.
China aprovechará la nueva ruta de la seda para extender ahora sus inversiones hacia Sudáfrica, por mar y a través de Pakistán, “una inversión basada en las estadísticas” ya que éste país africano se ha convertido en el segundo destino inversor tras Asia. De esta forma y a través de la nueva ruta, exportará una mayor producción electrónica y textil e importará minería “mientras sube el comercio y los servicios para sostener las actividades industriales”, explicó.
Por último, la profesora se refirió a los beneficios que la inversión de su país aporta sobre los salarios de los trabajadores y los sueldos de los países receptores, poniendo como ejemplo el aumento del PIB entre los años 2011 a 2019. “Luego es un beneficio para todo el mundo”, destacó.
China ha invertido más un billón de dólares en todo el mundo y Sudáfrica es el segundo destino de las inversiones, siempre después de Asia. La internacionalización de las empresas chinas comenzó en los años 90 del siglo pasado pero logró un gran impulso después del año 2.000.