J. Y.
Ciudad Real
Representantes de organizaciones de productores vinícolas pusieron en valor las ayudas a la reestructuración del viñedo que, en la actualidad está permitiendo la reconversión de 25.000 hectáreas en la región, dentro de las ayudas de 34,5 millones destinadas para la campaña de 2016 dentro del programa de apoyo al sector vitivinícola para el periodo 2014-2018.
Según dijeron, con las ayudas están adaptando la producción a la demanda del mercado, además de introducir nuevas variedades y mejorar las técnicas de gestiónque les han permitido “modernizar los viñedos”.
Este año cuentan con un montante para la comunidad castellano-manchega que se acerca al 50% de los 72,5 millones consignados a nivel nacional, y tras años de reestructuración, la reconversión de viñedo tradicional en vaso al sistema de espaldera ha supuesto una subida del 3 % al 35 % en Castilla-La Mancha.
Las fuentes consultadas coincidieron en destacar la importancia del montante regional dentro del reparto nacional, aunque recordaron que la región tiene capacidad para ejecutar más “porque somos los que más tenemos”.
El presidente de UPA en la región, Julián Morcillo, señaló que “llevamos un proceso bastante activo”, con 180.000 hectáreas reconvertidas y 25.000 pendientes de la última orden que “se van ejecutando”. Morcillo avanzó que “si hay que sacar una orden nueva dentro del programa de apoyo que regula las ayudas, habría que pensar en qué dirección”.
José Joaquín Vizcaíno, de COAG, resaltó la línea de estas ayudas “porque reordenan el sector con variedades más demandadas y más rentables, de cara a una comercialización más lineal”. Igualmente, indicó que la subvención “está en la línea de otros años”, con un 48% del total nacional, varios puntos por debajo del 50% de hace unos años. Sin embargo recordó que “si sobra dinero de otras comunidades, será readjudicado a quien lo demande”.
Por último Jorge Rodríguez, secretario general de Unión de Uniones, lamentó que la región “haya perdido peso” en el Plan de Apoyo Vitivinícola Español, con unas asignaciones inferiores a otras convocatorias.
Valoró que la reestructuración “haya traido una adaptación a los mercados y haya mejorado las variedades y los sistemas de producción”, pero a partir de ahora “habría que valorar otras demandas de los mercados”.
Insuficiente
De otro lado, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, considera que los 34,5 millones asignados a la región en 2016 son insuficientes para reestructurar y reordenar las 25.000 hectáreas de viñedo que aún quedan pendientes.
En una entrevista concedida a Efeagro, el consejero muestra su voluntad de ejecutar el total de estos fondos, repartidos en la última Conferencia Sectorial, para así poder acceder a financiación sobrante de otras comunidades autónomas a lo largo del próximo año.
Martínez Arroyo recuerda que Castilla-La mancha cuenta con 500.000 hectáreas dedicadas al viñedo.
Asegura que “está encima de la mesa” la cuestión de avanzar en más políticas de reestructuración del viñedo, pero para ello ve necesario un “compromiso de todos” y del “sector en su conjunto”, de forma que “sea capaz de avanzar en la planificación sectorial”.
Asimismo, apuesta por la creación de una interprofesional regional del viñedo que gestione de forma “sostenible” a “medio y largo plazo” una producción vitivinícola que irá en auge.
El consejero de Agricultura y MEdio Ambiente explica, también, que el Gobierno regional quiere flexibilizar, “en la medida de lo posible”, la normativa que recoge la promoción de las bodegas en países terceros, una línea de actuación recogida en el programa de apoyo al vino.
España contó el año pasado con un presupuesto global de 55 millones para dicha promoción, de los que un millón fue destinado a Castilla-La Mancha, unos fondos de la que la región, a su juicio, ha hecho en ese periodo un uso “escasísimo”.