La Virgen de Peñarroya volvió a congregar a los enfermos e impedidos un año más en el día siguiente a su vuelta desde el Castillo de Peñarroya a La Solana en la denominada Caravana Blanca. Durante el acto, los enfermos y las personas que lo desearon recibieron la unción.
Mayores y enfermos de las dos residencias geriátricas de la localidad, así como personas residentes en sus propios domicilios, se desplazaron en la tarde del lunes hasta la parroquia de Santa Catalina, donde los atendieron directivos de la cofradía y cuatro voluntarios de Cruz Roja.
Los asistentes recibieron un obsequio de la cofradía
El párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, ofició la ceremonia de la Caravana Blanca y destacó que ese era el acto más importante de todos los que se celebran con motivo de la vuelta de la patrona a la localidad, pues ese día acuden en torno a la Virgen personas que en pocas ocasiones pueden acudir a verla a la iglesia.
Posteriormente los párrocos fueron los encargados de impartir la unción a las personas que lo desearon y concluyeron la celebración con el canto del himno a la patrona. Además, los asistentes recibieron un detalle de la cofradía y en la parte musical participó la rondalla y coro del Centro de Mayores, que bajo la dirección de Antonio Serrano ofreció diferentes composiciones.