Los picos de contagios por infecciones respiratorias proliferan estos días en los medios de comunicación, pero no son una ciencia exacta y la prevalencia de los virus no siempre se comporta igual. Aunque se espera que este fin de semana y el próximo sean especialmente virulentos, en este principio de año hay menos casos, a pesar de que la abundancia de informaciones al respecto haga pensar lo contrario.
Es lo que afirma el farmacéutico solanero Alfredo Carvajal, con décadas de experiencia en el sector, que cifra en aproximadamente un cuarto menos de incidencia de virus respiratorios, según ha informado el consistorio de La Solana en nota de prensa. Eso no evita una alta presión asistencial en consultas y urgencias de centros sanitarios, con casos incluso de colapso sanitario.
Y vuelve a aparecer una palabra: prevención. Carvajal ha sido taxativo a la hora de defender la vacuna contra la gripe: “La vacunación es la mejor forma de prevenirla y además es un método bueno, bonito y barato”. Ha animado a vacunarse “por nosotros mismos, por nuestros familiares, por nuestros amigos y por nuestro sistema sanitario”. Aunque admite que la protección no siempre es del cien por cien, recuerda que en el peor de los casos reducirá los síntomas y los días de malestar.
Y se refirió a otra derivada no menos importante: la protección contra otras enfermedades. “Cada vez hay más estudios que demuestran que pasar menos episodios de gripe recude las posibilidades de diabetes, infartos agudos o disminuye el riesgo de padecer Alzheimer”. Uno de esos estudios, realizado en EEUU a casi dos millones de personas durante cuatro años, y publicado en la revista National Library of Medicine, sostiene que la vacunación antigripal recude hasta un 40 por ciento el riesgo de padecer Alzheimer.
En cualquier caso, seguiremos reportando gripe, resfriados, covid… Los tipos más habituales son los de siempre y a menudo se confunden unos con otros. “Los síntomas son parecidos y los tratamientos también, sobre todo en los primeros escalones”, asegura el farmacéutico. Recuerda que si la infección es leve, basta con administrar antigripales o anticatarrales normales y corrientes a fin de atemperar el malestar, y será el médico quien mejor pueda ajustar un tratamiento si esos síntomas se agravan. En su opinión, la diferencia está en quienes tienen factores de riesgo añadidos, es decir, que padezcan otras enfermedades y la cosa pueda complicarse. “Las personas mayores o inmunodeprimidas deben ser más cuidadosas porque son más propensas”, subraya.
Carvajal insiste en distinguir sobre lo que debemos hacer en casa, en la calle y a la hora de buscar ayuda profesional. “En casa se nos han olvidado algunas medidas de seguridad: mascarilla, lavarse las manos, limpieza de superficies, airear habitaciones y evitar contacto físico”.
En la calle también entra en escena la mascarilla o la distancia de seguridad, y no solo como protección propia, sino también como prevención al prójimo. “Cuando veo a alguien con mascarilla por la calle pienso que me está haciendo un favor a mí, no al contrario”. Cumplir estas simples pautas podría evitar muchos contagios y, de paso, ayudar al sistema. “Cuando mejor hagamos las cosas en casa y en la calle, más liberaremos al sistema sanitario para dedicarse al que esté malito de verdad”.