Despedida a otra generación de estudiantes. El IES Clara Campoamor dijo adiós de manera oficial a más de cuarenta alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato. Lo hizo durante un acto donde no faltaron momentos de emoción, amplificada por la jubilación de Gregorio Arroyo. El Catedrático de Historia cierra la puerta del aula por última vez tras 33 años de docencia.
El auditorio ‘Tomás Barrera’ acogió el acto. Los alumnos Ana García-Abadillo y José Jaime condujeron la presentación. El capítulo de intervenciones lo abrió la directora del centro, Chelo Simón, con una breve alocución que antecedió el discurso de Gregorio Arroyo.
“Un jubilado con júbilo”
En declaraciones previas a Radio Horizonte, hizo un juego palabras a la hora de explicar sus sensaciones. “Soy un jubilado con júbilo”, aunque admitió que tenía un punto de melancolía después de 33 años en el oficio de enseñar. “Supongo que llegarán días donde lo eche de menos, pero tengo la satisfacción de haber cumplido”. “Trabajé en lo que me propuse y me gusta y he disfrutado en todo momento”.
El historiador solanero afirma que la docencia le ha dado muchas alegrías y algún que otro enfado, pero sobre todo la posibilidad de “trasladar los valores y principios de los que hemos intentado construir una España mejor”. “He procurado que conozcan la historia de nuestro país y también la de nuestro pueblo”. “Quisiera que mantuvieran su identidad y se sientan siempre orgullosos de cómo somos, estén donde estén”.
Después llegó el momento de entregar las becas, orlas y diplomas por parte del AMPA, tutores y equipo directivo. Intervino el jefe de estudios, José Ramón García, que reconoció la excelencia académica de quienes han logrado matrícula de honor, que salieron a recoger sus distinciones. Este año han sido cinco, en concreto Verónica Arroyo Manzano, María García de Mateos Díaz-Cacho, Ramón Gallego García-Uceda, Elena Pérez García-Valenciano y Ángela Martín-Albo Simón.
Tres alumnos tomaron la palabra después, antes de dar paso los tutores de Ciencias y Humanidades, José Luis Serrano y José Manrique, respectivamente. El último en hablar fue Gregorio Díaz-Roncero en representación de los padres y madres. Un vídeo puso el colofón a la velada.
