La caseta municipal acogió la reaparición del festival Solrock, y además lo hizo con un salto cuantitativo. Los organizadores de Oasis Sound se han hecho cargo este año de la preparación del evento, en colaboración con el Ayuntamiento, y se ha notado tanto a nivel organizativo como de público. El recinto llegó a llenarse en los momentos álgidos del concierto.
Radio Horizonte habló con una de las bandas locales que tocaron durante la noche, Sin Raíces. Son un ejemplo de la prolífica cosecha de grupos roqueros que han ido saliendo en La Solana durante los últimos años. Y todas con un paradigma común: Grajo. La veterana banda es casi un mito en La Solana dentro de la música rock, y sigue en liza.
“Son gente que estamos viendo desde pequeños y son nuestros referentes porque ellos son los que vinieron primero”, declaró Juan Guzmán, uno de los componentes de Sin Raíces. Explicó que ellos “hacen un rock alternativo, no muy clásico”. Beben de bandas legendarias como Extremo Duro o Platero y Tú, junto al rock clásico español en general, sin obviar influencias del rock inglés, donde destaca Nirvana. “Escuchamos mucho tipo de música, pero no podríamos encasillarnos en un estilo definido”.
Sin Raíces tiene ya una docena de canciones de creación propia, aunque tocan muchas versiones de otras bandas que encajan con su forma de entender el rock. El objetivo a medio plazo es editar un disco propio, aunque no ofrecieron más detalles. Los componentes de la banda reconocen que no es fácil cuadrar los ensayos, teniendo en cuenta que casi todos estudian fuera de La Solana. Sin embargo, se esfuerzan para juntarse muchos fines de semana en su habitual local de ensayo, en la calle Alhambra. No creen que el rock esté en desuso entre la gente joven. Juan Guzmán afirma que siempre habrá espacio para este tipo de música, igual que la hay para otros estilos.
En cuanto al hecho de que este tipo de conciertos sean hasta cierto punto minoritarios, el solista de Sin Raíces hace la siguiente reflexión: “Que haya más gente no quiere decir que sea mejor; en estos géneros que son más de actitud que de mover números, es mejor estar pocos y justos que tener una multitud”. “Si estos conciertos fueran multitudinarios serían más caros y se harían menos accesibles, y nosotros queremos que nuestra música llegue a todo el mundo”.