“No era lo que quería, pero no me falta ilusión”, declaró a la prensa minutos después de ser proclamado. Tiene claro que llega para aportar trabajo en beneficio de la entidad. “Aquí se viene a trabajar, no a pasar el rato”. Es consciente de que la cooperativa tiene muy difícil crecer, por la sencilla razón de que se consume poco pan. “Haremos lo que podamos”.
Avanzó que mantendrán las actividades tradicionales, valiéndose de la experiencia de los veteranos. “Ellos y el presidente anterior se han comprometido a ayudarme en lo que en sus manos esté”. Con Juan Ramón García-Abadillo entran en la nueva junta Rufino Rodríguez-Brusco como tesorero, Luis García-Cervigón Arroyo, Miguel Valencia Pérez y Francisco Jaime Salcedo como nuevos vocales.
Era hora de relevo
“No me voy cansado ni harto de la cooperativa, pero ya es hora que pase otro”, dijo Patricio Manzano tras salir de la presidencia que ha ocupado desde el año 2004. El balance a nivel de empresa es muy positivo, y recordó que cuando entró no había ni ordenador. Afirma que la empresa “estaba muy mal cuando entré” y ahora mismo se queda “para rular tranquilamente gracias al equipo de profesionales que tenemos”.
A esos 5 panaderos en plantilla achaca que las cosas funcionen bien. “Ellos miran por la empresa y saben cómo hay que hacer las cosas”. Además, deja la cooperativa con más socios que cuando llegó y una situación económica saneada.
Pero tiene una queja importante. Son algunos hijos de socios ya fallecidos que siguen sacando cartones y vales de pan con los carnés del padre. Una práctica poco ética que la directiva conoce y critica. “Es algo muy desagradable y si esto sigue así habrá que tomar medidas.